"Nunca usé joyas, te digo la verdad, de los viajes traía valijas llenas de kilos de libros, por esos días nunca me hubiera comprado una joya", asegura con una amplia sonrisa Lisi Fracchia, mientras recorre con la vista las vitrinas del Salón de Joyas & Arte Rosario que, por esas cosas del destino, la tiene como su expositora destacada. La diseñadora argentina llegó con los pendientes, collares y brazaletes que usa gran parte de la realeza española, creados en el taller de una mujer, mamá de dos niñas y nacida en Catriel (Río Negro), que hasta hace algunos años apenas usaba los aritos de perla que le habían regalado para la comunión.
El nombre de "la joyera argentina que enamoró a Letizia" comenzó a sonar con fuerza el año pasado, sobre todo después de la gira que Felipe y Letizia de España realizaran por Estados Unidos. Allí, la reina consorte española lució unos pendientes de esfaleritas, una gema de origen español que Fracchia rescata en sus diseños.
"Esa elección para mi fue un honor, un orgullo, es también una forma de agradecer lo bien que me han tratado en España. Aún no lo puedo creer", señala la diseñadora.