Definir en qué categoría entra cada voto puede ser clave al momento de los resultados finales.

Hoy cuando a las 18 cierren las urnas, las autoridades de mesa comenzarán con el escrutinio. Y así cada presidente de mesa, con la supervisión de los fiscales acreditados, realizará el recuento de los votos. Para eso debe abrir cada sobre y clasificar los votos según sean válidos, blancos, nulos o recurridos. Definir en qué categoría entra cada voto puede ser clave al momento de los resultados finales.

La Cámara Nacional Electoral establece como voto válido a todos los emitidos con boletas oficiales aun cuando tengan “tachaduras, agregados o sustituciones”.

Lo mismo ocurre si un sobre contiene dos o más boletas oficiales del mismo partido y categoría de candidatos. En este caso también es válido, aunque sólo se computa una de las boletas y la otra se descarta.

Cualquier otra boleta que no sea oficial será considerada como un voto nulo. Lo mismo con cualquier tipo de inscripción, imagen, leyenda o cuando la boleta se encuentre destruida total o parcialmente.

También se considera nulo cuando el sobre contiene objetos extraños.

A diferencia del nulo, el voto en blanco es un voto válido y se computa como tal. Se considera así cuando el sobre está vacío o sólo “con un papel de cualquier color, sin inscripciones ni imágenes”.

Desde la Cámara Nacional Electoral consideran que el voto en blanco “representa una manifestación de la voluntad del elector de abstenerse de elegir entre las diversas propuestas formuladas en un sistema legal de sufragio”.

Los votos recurridos son aquellos cuya validez o nulidad es cuestionada por alguno de los fiscales. Estos votos se cargan en un acta aparte para ser escrutados por la Junta, que tiene la decisión final.

Los votos impugnados son los que fueron emitidos por un elector cuya identidad fue cuestionada por las autoridades de mesa o los fiscales.