El cuidado de las piernas no solo se puede considerar desde un enfoque estético, sino también de salud. La presencia de várices provocadas por la acumulación de sangre no solo puede llegar a ser dolorosa sino que puede provocar dermatitis, úlceras, infecciones en la piel y trombosis (formación de coágulos), aseguran los expertos.
El funcionamiento inadecuado de las válvulas venosas de las piernas provoca inflamación y cambios en la piel, que a la vista se observan como pequeños hilos denominados várices, según explicó la médica especialista mexicana Mayela Moreno Reyes.
Las várices pueden ser de diferentes grosores, pero más allá del aspecto físico, lo realmente grave ocurre cuando se pasan por alto, ya que padecerlas llevan a la dilatación y el alargamiento de las arterias, lo que se manifiesta con pesadez y cansancio de las piernas.
Respecto a los síntomas más comunes, se destacan los calambres, comezón, inflamación, cambios en la coloración y temperatura de las mismas. Moreno Reyes explicó que su aparición se previene al mantener un peso adecuado, no permanecer de pie o sentado por tiempo prolongado y evitar el uso de ropa ajustada.
Una vez que se presentan se sugiere:
- Utilizar medias o calcetines de mediana o alta compresión
- Evitar los zapatos de taco alto
- Realizar rutinas de descanso en las piernas (cambiar de posición y elevarlas durante algunos minutos)
Las personas con antecedentes familiares de várices y las mujeres, especialmente las embarazadas, son quienes tienen mayor probabilidad de padecerlas.
La especialista sugirió realizar actividad física -indispensable para estimular la circulación sanguínea-, elevar las piernas mínimo 10 minutos durante el día y cambiar de posición de manera constante. Dijo que cuando el trabajo se realiza sentado hay que pararse cada hora y si la actividad es de pie, hacer lo posible por no permanecer en una sola posición.
Aunque la enfermedad no tiene cura, Moreno Reyes aconseja seguir las recomendaciones para disminuir las molestias y evitar complicaciones.