En La Piedad, un adolescente fue detenido mientras lanzaba las placas a la calle desde el interior de la necrópolis.

Un adolescente de 17 años fue sorprendido arrojando placas de bronce desde el interior del Cementerio La Piedad hacia 27 de Febrero y fue demorado por la policía. Había sustraído los elementos de las tumbas y los pretendía guardar en una mochila con el objetivo de revenderlos. El episodio vuelve a traer a escena un estilo de robo hormiga recurrente en las necrópolis, donde se han detectado madres con bebés que escondían el bronce en el interior de los cochecitos. Desde la Subdirección de Cementerios del municipio afirmaron que los hechos disminuyeron gracias a un refuerzo en el control policial y de seguridad.

El hecho fue detectado por personal de servicio adicional de la comisaría 32ª y se produjo el lunes pasado. Según el relato de los agentes, recibieron la denuncia de un chico que les indicó que en las calles internas del Cementerio La Piedad había un adolescente arrojando placas de bronce hacia 27 de Febrero. Los policías se treparon a una de las galerías y observaron cómo el delincuente estaba arrojando varios elementos a la calle.

Ya en 27 de Febrero y Brasil, los uniformados detuvieron a un adolescente de 17 años que, al sentirse rodeado, comenzó a arrojar los marcos de bronce. Fue demorado y trasladado a sede policial para luego ser entregado a sus padres por decisión de la Justicia de Menores.

El hecho no pasó desapercibido y puso en agenda un tipo de delito reiterativo: el robo hormiga de los ornamentos funerarios hechos de bronce, material que es reducido para su reventa.

La Piedad tiene desde hace unos años un refuerzo en los servicios de control. Tres empleados de una empresa de vigilancia contratada por la Municipalidad, dos policías de adicionales durante el día y uno a la noche. Y el propio personal de mantenimiento y sepultureros que colaboran con la fiscalización. En El Salvador ocurre una mecánica parecida con agentes policiales en servicios adicionales y vigilancia privada.

Recovecos

"La estructura de La Piedad es intrincada y en algunos panteones familiares se hace compleja la seguridad; habría que tener un drone para visualizar todo, o un domo que cuesta 10 mil dólares", comentó a LaCapital el subdirector de Cementerios, Marcelo Alonso.

Por eso, el filtro está en el ingreso y egreso de personas, en particular cuando traen o llevan bultos. Según las autoridades, aplican el triple control: vigilancia, policía y empleados del cementerio.

Pero hay un sector vulnerable donde se produjo la mayoría de los hechos y está ubicado hacia el oeste, en la zona lindera a Circunvalación, donde pese a un muro elevado de 2,50 metros se han detectado perforaciones en el alambrado ubicado allí.

"En general estos hechos se producen de día. Hemos hecho unos seis operativos al año. El año pasado hasta detectamos a una mujer con un bebé que se llevaba las placas de bronce en el cochecito. Una de las tantas formas en que se intenta el robo hormiga", reveló Alonso y agregó: "Si no es por la puerta grande, el robo se realiza por algún agujero que se pueda hacer por el oeste, pero se detecta y se repara inmediatamente".

De colección

Según el funcionario, los reclamos de quienes tienen sus abonos y pagan su tasa son "esporádicos".

Detalló que lo que se roba es el remanente de otras épocas, donde se utilizaba más el bronce como material para la ornamentación. Muchas de las piezas conservan valor artístico y económico por el material con el que están hechos.

Pero en las últimas décadas todo ha cambiado. Ahora se colocan placas de mármol, acrílico o aleaciones metálicas de escaso valor de reventa en el mercado de reducidores.

Hace un par de años se habían hecho algunos operativos en precarios hornos de fundición que funcionaban en domicilios particulares.

"Tratamos de hacer todo lo posible y en los últimos años hemos mejorado bastante en lo que es evitar el robo de las placas. Tenemos pocos reclamos y mejoró la iluminación y la vigilancia de los predios. Ahora, reducir a cero es complicado", admitió el subdirector de Cementerios.