Los clubes de barrio reclaman que el gobierno nacional reglamente la ley de promoción de instituciones deportivas. Y sobre todo, se ponga al día con los reintegros del 40 por ciento de las facturas de los servicios públicos.

El último reembolso está a punto de cumplir dos años y para algunos clubes, como Libertad por ejemplo, la deuda suma unos 600 mil pesos. Una cantidad más que necesaria en un contexto marcado por el aumento de tarifas y la imposibilidad de trasladarlo a las cuotas que pagan los socios.


Te puede interesar Explosivas boletas de gas en clubes zonales

"En otro momento estaríamos pensando en invertir ese dinero en obras para el club; pero actualmente la problemática es otra, se trata de ver cómo mantenemos las puertas abiertas", se sincera Pablo Laporte, presidente del club de Felipe Moré al 1100. Para esa entidad de zona oeste, llegar a fin de mes es casi tan complicado como para las 1.800 personas que participan de las actividades del club.

Según resume Laporte, las facturas de electricidad y agua suman unos 250 mil pesos. La boleta del gas del mes pasado fue de 144 mil pesos, "un 200 por ciento más que el año pasado y a esto hay que sumarle el aumento que empezará a regir en el verano", se queja.

La disminución de la cantidad de asociados, o el atraso en el pago de las cuotas, es la peor parte de la misma historia. "En la mayoría de los clubes la mora subió entre un 30 y un 40 por ciento. Muchos salimos a buscar a los chicos que dejan de venir, llamamos a la casa ofreciéndoles becas Queremos que sigan viniendo porque sabemos que los chicos tienen que estar en los clubes", comenta.

En jaque

El crecimiento de las tarifas de servicios públicos desde 2016, sumado a la imposibilidad de trasladar los costos a las cuotas que pagan los socios, representa una "amenaza letal" para más de una institución barrial, tal como advierte Jeremías Salvo, dirigente del Club Suderland de barrio Ludueña y referente de la Red de Clubes, un colectivo integrado por unas 140 instituciones deportivas formada, justamente, con los primeros tarifazos en los servicios públicos.

La organización convocó en varias oportunidades a legisladores, funcionarios y concejales para reclamar que se reglamente la ley de promoción de clubes de barrio. Hace quince días, el Concejo aprobó una iniciativa donde se manifiesta la preocupación por la falta de aplicación de esa norma que prevé beneficios para las instituciones barriales (ver aparte).

"La provincia subsidia en un 50 por ciento los servicios de luz y agua, esos fondos los estamos recibiendo sin problemas. Pero la Nación adeuda los reintegros de casi dos años de la devolución en las boletas de servicios", describe.

En 2015, la Secretaría de Deporte de la Nación —ahora Agencia de Deporte Nacional— puso en marcha el programa Clubes Argentinos destinado a fortalecer a aquellas instituciones con menos de 2 mil socios. La iniciativa comprendía la posibilidad de que las asociaciones deportivas accedan a reintegros del 40 por ciento en las facturas de servicios públicos.

Sin embargo, los pagos se discontinuaron y, aunque el año pasado la agencia lanzó un reempadronamiento de clubes, la situación no se normalizó.

"Nosotros cumplimos con todos los trámites, con miles de requisitos, después subimos a la página de internet de la agencia las fotos de las boletas que íbamos pagando, pero nunca tuvimos ningún reintegro. Cuando consultamos, nos dicen que están en proceso", afirma Analía Gil, presidenta del club Atlantic, de Lavalle 936, y señala que prefiere no sacar la cuenta de cuánto dinero se le adeuda al club.

"Si llego a calcular lo que me tienen que devolver, me amargo. Sería Gardel con ese dinero", asegura y explica que "la situación económica del club está muy complicada, los aumentos de los servicios y los insumos no se pueden trasladar a las cuotas porque se hace un circulo vicioso: las tarifas aumentan, los insumos y el mantenimiento del club también, pero no podemos trasladar las subas a los socios, porque dejan de pagar o se borran, entonces tenés una infraestructura y una inversión que queda ociosa. La situación es muy triste", concluye.