El acusado le tocó la cola a la joven en al menos tres ocasiones en un viaje en el subterráneo en hora pico, cuando estaba lleno de pasajeros.

 

La joven se acercó personal de seguridad e identificó al acusado cuando éste la tocó la última vez. Los efectivos lo arrestaron en el momento.

El Tribunal Oral Criminal 9 impuso en el juicio oral y público la condena a siete meses de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple.

El Tribunal tuvo en cuenta que los delitos sexuales ocurren "en circunstancias aprovechadas, elegidas o predispuestas por el autor, fuera de la vista de eventuales testigos, y además, en la mayoría de los casos, la reconstrucción de lo sucedido depende del relato de quien aparece como víctima".

Si bien valoraron que por las "pésimas condiciones de servicio" en los medios de transporte se producen contactos involuntarios, eso es aprovechado como "un espacio favorable para quienes buscan autosatisfacción abusando de los cuerpos ajenos".

La defensa cuestionó la condena porque dijo que la única prueba es la declaración de la víctima, lo que a su entender no era suficiente.