El ex gobernador dijo estar trabajando “en una alternativa política”, y eludió las preguntas sobre las acusaciones de violencia que realizó su ex pareja.

 

El ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires presentó este domingo su libro "El otro camino. Diálogos con Rubén Tizziani".

Fue en Mar del Plata, una de las ciudades donde el ex gobernador se siente local y que eligió además como una suerte de “lanzamiento” hacia 2019. Y, como era de esperarse, el dirigente evitó hablar de las denuncias de Gisela Berger en su contra.

En diálogo con el canal América, el ex vicepresidente de la Nación aseguró que su plan a futuro consiste en “trabajar en una alternativa política a este Gobierno”.

“Queremos proponer otro camino: bajando los impuestos, subiendo los salarios, desdolarizando la economía”, expresó.

Ante la consulta de Mauro Viale por su situación personal tras las denuncias de Gisela Berger, el ex gobernador eligió no referirse al tema. “Mi visita a Mar del Plata es de trabajo, por respeto a mis colaboradores en la presentación de este libro. Es eso lo que vine a hacer”, sostuvo.

De esta forma eludió cualquier referencia a lo denunciado en diálogo con Exitoína, donde la modelo aseguró que “lo único que quiere Scioli de nuestra hija son fotos para la campaña”. Asimismo, Berger señaló que tenía “miedo” y que hacía una denuncia pública “para protegerse”, ya que había recibido amenazas de todo tipo, que incluyeron “maltratos psicológicos y físicos”.

Tras la negativa de Scioli sobre el tema, el periodista volvió a preguntarle “si estaba bien de ánimo”. “Mi visita es por trabajo, no quiero ser repetitivo”, reiteró.

Según pudo saber este medio, la estrategia del ex gobernador de Buenos Aires es ser el candidato que logre unificar a todo el peronismo una vez más para vencer a Cambiemos. “Él nunca cortó vínculos con nadie del PJ. ¿Quién mejor para agrupar a todos?”, señalaron sus allegados.