La visibilidad que la app Zao consiguió esta semana trae al recuerdo a otras dos aplicaciones que lograron éxito recientemente, TikTok y FaceApp. Igual que la primera, fue creada en China y trascendió las fronteras de aquel país. Respecto a la segunda, tiene en común parte de la propuesta (imágenes de rostros trucados, con resultados muy convincentes), además de la polémica que genera en el terreno de la seguridad y la privacidad.

Disponible en la tienda de Apple, Zao gira en torno a las deepfakes. Ese término en inglés, ahora en boga y con muchas víctimas de la política y el espectáculo, refiere a las imágenes o videos que son falsificados gracias a técnicas de inteligencia artificial.

Por mencionar un caso entre los tantos, en nuestro país circuló hace algunas semanas un video manipulado de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich que la mostró en aparente estado de ebriedad.

Por eso, las deepfakes no son simplemente un entretenimiento; están directamente relacionadas a las noticias falsas. “Los que critican a esa tecnología dicen que puede utilizarse para crear videos falsos y manipular elecciones, difamar a alguien o potencialmente causar disturbios al difundir información errónea a gran escala”, señala al respecto The Guardian.

De qué va la app

Como otras de su especie, Zao se basa en inteligencia artificial. Su función más atrapante es el intercambio de rostros en fotografías. Para hacerlo, tiene una base de imágenes de muchas celebridades de la música, el deporte y el cine.

En pocos días de recorrido en la App Store (debutó el viernes pasado) ya se convirtió en un verdadero boom, y es el más fresco furor en el reino de las aplicaciones móviles. ¿A qué se debe esta repentina popularidad? Tal como ocurrió con el fenómeno FaceApp, el secreto del éxito es la calidad y el detalle de los resultados que arroja.

Sí, es divertido. Por ejemplo, en pocos pasos y gracias a la tecnología detrás de los deepfakes podés meterte en la escena de una película o ser el conductor de un noticiero de horario central, tal como podés ver en el tuit que agregamos a continuación. Pero esos encantos tienen un precio: tu privacidad.

La polémica

Igual que FaceApp, esta herramienta china genera polémica por sus requisitos poco “amables” con el usuario.

De acuerdo a la agencia Reuters, cuando se carga una imagen en Zao se renuncia automáticamente a los derechos de propiedad intelectual de ese contenido, y además se permite a los desarrolladores usar esas fotos con fines comerciales.

“Entendemos toda la ansiedad que ha generado en las personas que nos han hecho ver sus preocupaciones con respecto a la privacidad, hemos recibido las preguntas que nos han enviado y ya estamos trabajando en corregir los puntos que no habíamos considerado y que aún requieren algo de tiempo”, respondieron los creadores de Zao, tras los cuestionamientos que surgieron en paralelo al furor por el producto que lanzaron.

La empresa detrás de Zao es Momo Inc., que también ofrece un servicio de citas al estilo Tinder.