En la madrugada del sábado una joven arribó al hospital José M. Cullen llevando consigo una beba sin vida, la que tenía dentro de una caja de zapatos.
Las primeras versiones indican que la joven venía procedente de Desvío Arijón, localidad donde alquilaba una casa-quinta.
Cuando los médicos examinaron el cuerpito de la beba, advirtieron severas lesiones. Según trascendió se habrían detectado fracturas y traumatismos varios.
Cuando se la consultó a la joven por la causa de dichas lesiones, la mujer dijo que los mismas ocurrieron cuando se le cayó la beba al suelo.
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Las explicaciones de la joven no convencieron del todo a los profesionales quienes, como es de rigor en estos casos, dieron cuenta de la situación a la policía.
En principio al caso lo tomó el fiscal Gonzalo Iglesias aunque luego, por cuestiones de jurisdicción, pasó a manos del doctor Marcelo Nessier, quien dispuso una serie de medidas tendientes a esclarecer este delicado asunto.