El gobernador Lifschitz asistió esta tarde al último adiós de Emiliano Sala en Progreso, donde una multitud lloró al ídolo del pueblo.

El mandatario dio su pésame a la familia Sala y en diálogo con la prensa, lamentó la partida de “un joven del que todos se sienten orgullosos en Progreso”.

“Llegó a un lugar muy alto en el fútbol europeo a base de esfuerzo y sacrificio, sin pasar por algún club grande de Argentina”, destacó.

“La peleó varios años hasta que adquirió trascendencia. Quizás en el momento más importante de su carrera, como un goleador destacado, un accidente inexplicable, que solo el destino puede explicar, acabó con su vida”, expresó.

Por otro lado, Lifschitz aseguró que la familia de Emiliano Sala está realmente muy golpeada. “Era un poco el orgullo de la familia. A veces el destino tiene estas cosas y hay que aceptarlas”, concluyó.

Cerca de las 14 horas se desarrolló una pequeña misa en la que participó el círculo íntimo de Sala. La familia prohibió el ingreso de cámaras fotográficas y dispositivos que capturen imágenes al salón donde se encontraba el ataúd. Luego, con una lluvia de aplausos, el cortejo fúnebre marchó hacia nuestra ciudad, donde cremaron los restos de Emiliano y le dieron descanso definitivo.