La posible llegada de tripulantes con coronavirus al país preocupa a las principales ciudades portuarias de la provincia de Santa Fe. En el último año, se registró un una cifra récord cercana a los 3 mil navíos dentro de las dársenas de Timbúes, Rosario, San Lorenzo y General San Martín, entre otras localidades.
Desde hace algún tiempo, la baja de los tripulantes a tierra dejó de ser controlada. Si bien existe un médico de frontera, este corrobora una declaración jurada certificada por el capitán de la embarcación pero no realiza ningún tipo de examen a los pasajeros.
En conocimiento de la situación y debido a la preocupación generada por la pandemia del virus, la comuna de Timbúes decidió elaborar un protocolo de salud a fin de ejercer una serie de controles sobre los barcos que encallan en la zona.
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Según establecen los códigos vigentes, la denuncia por cualquier tipo de enfermedad que posea un tripulante de algún barco que llega a los puertos de la provincia, debe realizarla el capitán cuando se encuentra próximo a Brasil. El jefe de la embarcación debe dar aviso a Sanidad de Fronteras, quien notifica a prefectura Naval Argentina quien finalmente comunica al puerto de destino.
“Estamos sujetos al a honestidad del capitán del barco, con todos los intereses que lleva conducir una nave que mueve millones de dólares y que parar un solo día significaría un costo altísimo. Hay situaciones que tenemos que contemplar, la única forma para quedarnos tranquilos es tomar contacto con la tripulación y hacer el control con nuestros médicos”, afirmó a Cadena Oh! Amaro “Fito” González, presidente comunal de Timbúes.
En razón de ello, la comuna conformó un equipo médico integrado por médicos clínicos un vehículo destinado para el traslado de pacientes, un enfermero y un traductor: “Hemos pedido por nota a prefectura naval argentina la información de cuándo arriban los barcos para tener contacto directo con la tripulación y hacer nuestros propios controles” comentó González.
Desde Villa Constitución a Timbúes ingresan unos 15 barcos por día, con personas que vienen de otros países y que ponen en riesgo a las ciudades portuarias: “Lo que tenemos que defender es la vida de nuestros conciudadanos sin influenciar en las actividades económicas. Lo único que necesitamos es la predisposición de las empresas para tener contacto con los tripulantes antes que empiecen a caminar por nuestras comunidades” concluyó el presidente comunal de Timbúes.
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