Esperan que el sol y la buena voluntad de la empresa contratista le devuelvan la normalidad a sus vidas. Los «beneficiarios» de la obra de cloacas estuvieron varios días aislados por los 85 mm de lluvias, las obras desmoronadas y las alcantarillas tapadas.
Los vecinos insisten que faltó control municipal sobre la obra para evitar que este «bombardeo» sea una realidad.
Esta semana esperaron en vano una reunión con las autoridades municipales que contrataron a la empresa Río Salado. Los representantes de la Vecinal Oeste plantearon los inconvenientes y quedó pendiente la convocatoria a un encuentro con las autoridades responsables de las obras por la que cobran contribución de mejoras y un aporte extra a todos los vecinos de la ciudad, inclusive, aquellos que ya tienen cloacas.
No se ven rampas, sendas peatonales en zona sin veredas, sí calles cortadas por hundimientos, señalización precaria, pocas luces, buscan los ripios que pagaron y ya no están y son varias las alcantarillas con desagües troncales tapados. Ese panorama que vivieron los vecinos cambió en las últimas horas por efecto del sol y el viento. La empresa prometió acción a las autoridades y los vecinos elevan plegarias y esperan que en algún momento las autoridades recorran el barrio.