Los divisaron por trasladarse en un auto con vidrios polarizados ” aparentemente sospechoso” a la par de una moto, según el argumento de los uniformados. La pareja llegó a su casa de Barrio El Tanque. Allí los policías se apostaron en la puerta y los obligaba a salir. Al no existir de por medio una orden de allanamiento, los jóvenes se resistieron al mandato y los policías los terminaron sacando del interior de la casa arrastrándolos por el piso.
Alexis contó que él se defendió pegándole a uno de los policías con un picaporte. ” Yo me defendí porque tengo un acrílico en la cabeza por un accidente y me golpeaban en el cráneo todo el tiempo”. Allí comenzó un verdadero ataque descarnado en contra de Alexis y Nahuel. Los trasladaron desde su casa de Barrio El Tanque hasta la Comisaría 12 de Santo Tomé. Una vez allí, efectivos de comando y de la propia comisaría comenzaron a golpearlos sin cesar. Los azotaban contra el mobiliario, los insultaban. Alexis les advirtió a los efectivos sobre su discapacidad: tras un accidente tiene un acrílico en la cabeza y una cirugía en el vientre. Está medicado y temía por su integridad. Nunca les importó y la violencia continuó.
“Se burlaban de mi discapacidad, no me creían, les mostré el carnet y me lo tiraban por la cara”, relató la víctima. Cuando los policías advirtieron que son pareja empezaron a burlarse de su condición sexual y se pusieron aún más violentos. No solo los golpearon sino que abusaron de ellos".
Una vez que llegó el médico a la comisaría 12, Alexis ya estaba descompensado. Tan coincidente es la vida que el médico que revisó a Alexis estaba al tanto de la cirugía que el joven tenía en la cabeza y estómago tras un accidente. “Ni él entendía cómo me pudieron pegar tanto, con la discapacidad que tengo”.