El valor del barril de crudo, tanto el Brent como el WTI, cedieron tras la mayor disparada en décadas. Sin embargo, continúa la preocupación por nuevas acciones armadas.

Los precios del petróleo declinaban el martes, aunque el mercado seguía muy pendiente de la amenaza de una respuesta militar a los ataques contra las instalaciones de crudo saudíes que recortaron a la mitad la producción del reino y causaron la mayor escalada del barril en décadas.

Los ataques del sábado elevaron las chances de un grave impacto en los suministros globales en un mercado que en los últimos meses había estado preocupado por la menor demanda, en vista de la desaceleración económica y de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Arabia Saudita es el mayor exportador de petróleo del mundo y ha sido el abastecedor de último recurso por décadas.

El crudo Brent perdía 0,45% a 68,71 dólares el barril, mientras que el referencial estadounidense WTI cedía un 0,84%, a 62,37 dólares el barril. Previamente en el día, ambos contratos perdieron cerca de 2%.

El lunes, los precios escalaron casi 20% en un solo día de operaciones, en respuesta a los ataques de rebeldes yemeníes, la mayor alza en casi 30 años, antes de cerrar con un aumento de 15%, un máximo de cuatro meses.

Las columnas de humo producidas por los incendios tras los ataques.

El ministro de Energía saudí, Abdulaziz bin Salman, sostendrá una conferencia de prensa. La estatal petrolera Saudi Aramco no ha provisto de un calendario específico para la reanudación de la totalidad de su producción.

"No es algo genial para decir, pero si algo como esto tenía que pasar, al menos ocurrió en momentos en que hay un superávit de crudo y en que la producción de Estados Unidos crece rápidamente", dijo Tony Nunan, analista de riesgo de Mitsubishi Corp.

La producción de petróleo de Estados Unidos a partir de siete importantes reservas de hidrocarburos no convencionales subiría en 74.000 barriles por día en octubre, a un máximo histórico de 8,843 millones de bpd, dijo la Administración de Información de Energía (EIA) en un reporte del lunes sobre la productividad y extracción.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que había evidencia de que Irán estaba detrás los ataques, pero indicó que no quería ir a una guerra. Teherán ha rechazado las acusaciones de que está detrás del asalto con drones.

Por Aaron Sheldrick y Sabina Zawadzki, de la agencia Reuters