Fue poco antes de las 7 de ayer en cercanías de Provincias Unidas y Vélez Sarsfield. La víctima, de 76 años, habría resistido el robo de un morral.

"No se escucharon gritos, sólo los disparos. Fuerton tres o cuatro, y después el ruido del motor de una moto huyendo. Cuando me asomé vi a la esposa de Coronel llorando. Y al acercarme me tope con el cuerpo del hombre muerto a balazos". Así contó un vecino de pasaje Isaacs al 300 bis (Provincias Unidas y Vélez Sarsfield) el asesinato de Jorge Coronel, cometido ayer poco antes de las 7 de la mañana. El hombre, de 76 años, recibió al menos tres impactos en el pecho cuando acompañaba a su esposa a tomar el colectivo. Esto a unos 100 metros de su casa.

En medio de una profunda crisis, la mujer de don Jorge relató que dos jóvenes en moto intentaron arrebatarle un morral a su compañero. Que se produjo un forcejeo y que los maleantes realizaron al menos cuatro disparos. Tres impactaron en la víctima, quien murió a 20 metros de su casa, y los ladrones escaparon sin llevarse el morral. En el mismo, el hombre llevaba 3.015 pesos para pagar impuestos.

En medio de galpones

Pasaje Isaacs es presentado por sus vecinos como una cuadra tranquila. Una cortada de una sola cuadra que corre paralela a Provincias Unidas entre Vélez Sársfield y Gorriti al 6700. En el ingreso al barrio Fisherton Industrial. Está en medio de un polo de galpones donde se erigen metalúrgicas y depósitos, a escasos 200 metros del Centro Municipal de Distrito Noroeste "Olga y Leticia Cossettini".

Uno de los laterales de la cortada está monopolizado por portones de fábricas y depósitos que tienen sus ingresos sobre Provincias Unidas. Lo que la convierte en una caja de resonancia. Y sobre ese lateral se amontonan autos desvencijados y camiones volcadores estacionados. "Esto es todo un tema porque cuando salís de tu casa tenés que andar mirando que no te salga alguien de atrás de los autos o camiones y te robe", contó un vecino.

Jorge Coronel fue uno de los primeros residentes que llegó a la cuadra. "Si no fue el primero, fue el segundo. Un tipo que decía que había ayudado a muchos vecinos a construir sus casas. Era un hombre muy respetado en la cuadra", contó uno de los habitantes de Isaacs al 300 bis. Sus vecinos contaron que tenía un negocio de compra y venta en French al 6500, entre Perú y Cullen. En la misma cuadra también era propietario de un salón que se utiliza para fiestas infantiles. Y además poseía cuatro viviendas en alquiler, una de ellas ubicada en el barrio Cabín 9 y envuelta en un proceso judicial de desalojo.

Según contó Sonia, hija de la esposa de Coronel, "él le alquiló la casa a una persona con contrato y luego el inquilino presentó unos papeles y la reclamó como propia. Eso se llama usucapión (adquirir la propiedad por el transcurso del tiempo). Pero en realidad la usurpó, y eso enojó mucho a Coronel", explicó la mujer.

Como todos los días

Hace dos años Coronel se casó con su esposa, de 51 años, con la que vivía sin ostentaciones en una casa de dos plantas. La pareja residía en la planta baja y la alta la alquilaban. El hombre trabajaba en el local de compra y venta y su esposa como empleada doméstica.

Según lo que se pudo reconstruir a partir de testimonios y datos aportados por investigadores, Coronel acompañaba a su esposa todos los días a tomar el colectivo. Iban hasta la parada de la línea 101 en Gorriti y Provincias Unidas. Ese ritual lo llevaban adelante cotidianamente entre las 6.30 y las 6.45. Después que ella se subía al colectivo, Coronel caminaba cuatro cuadras hasta su local de French al 6500. Muchas de esas mañanas un vecino de la cuadra se sumaba al grupo, pero ayer el hombre tuvo franco y no fue.

Declaraciones

"Siempre los acompañaba porque yo salgo a trabajar a esa hora. Íbamos los tres, pero hoy tuve franco", indicó el vecino. "Salieron como todos los días para tomar el colectivo. Ella salió adelante, caminando más rápido porque tenía miedo de perder el colectivo. Y si lo perdés tenés que esperar media hora como mínimo. Él la siguió unos pasos por detrás. Coronel caminaba bastante más despacio. Lo que nos alcanzó a contar la mujer es que ella escuchó una moto. Cuando se dio vuelta vio que a su marido trataban de arrebatarle el morral, que hubo un forcejeo y se escucharon los disparos. Ella alcanzó a protegerse detrás de un auto y lo raro es que escuchamos los disparos, pero no gritos", explicó una vecina.

Las detonaciones sacudieron la cortada. Un par de vecinos se asomaron a las puertas de sus viviendas y se toparon con el cuerpo agonizante de Coronel. El hombre yacía en el ingreso a la casa de Lorena. La mujer, desbordada por la situación, tomó su teléfono y llamó a la policía, a la ambulancia y a Radio 2. Mientras miraba el cuerpo de Coronel tirado en su vereda contó al aire lo que le tocaba vivir. Así, el asesinato saltó el límite de lo barrial y se hizo público.

Un nuevo drama

Coronel murió en el lugar. Con su cuerpo aprisionó el morral donde llevaba los 3.015 pesos y una pinza. El fiscal solicitó que sobre el territorio trabajaran efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) recabando testimonios. También relevando la escena del crimen y las cámaras de video vigilancia públicas y privadas de las inmediaciones.

Los vecinos contaron que escucharon que la moto cruzó el pasaje Isaacs de sur a norte. Y que al salir de la cortada huyeron por Gorriti hacia el oeste. Es una zona donde no hay cámaras públicas. "Acá la única cámara que se puede visualizar está en la esquina de Vélez Sársfield y la cortada, pero hay que ver si funciona. A Coronel lo trataron de asaltar de la misma manera el año pasado, cerca de Navidad. Fue a la nochecita. Pero esa vez uno de los vecinos vio lo que pasaba, activó la alarma comunitaria y los ladrones se fueron", aportó otro residente.