En el transporte público, en la cola del supermercado o en la consulta del médico. Cualquier momento breve que nos queda libre lo aprovechamos para chequear las noticias o chusmear en las redes sociales con el teléfono celular.

En la actualidad, hay alrededor de 2 mil millones de personas que poseen uno de estos aparatos. No es ningún secreto que los celulares generan adicción pero la ciencia quiso estudiar este fenómeno para descubrir cuáles son los motivos que hacen que estemos colgados todo el día de ellos.

Un estudio llevado a cabo por la investigación de la Universidad de Kent (Reino Unido) llegó a la conclusión que las tres principales razones por las cuales no somos capaces de soltar el celular son: la adicción a Internet, el miedo a perderse algo y la falta de autocontrol.

“Existe una creciente preocupación por los teléfonos inteligentes que a veces pueden restar valor a las interacciones sociales, en lugar de complementarlas”, expuso la profesora Karen Douglas y participante de la investigación.

“Una parte importante de la población mundial usa teléfonos inteligentes para llevar a cabo su vida cotidiana. Por lo tanto, es cada vez más importante que los científicos sociales consideren el impacto que tienen en la calidad de la vida social" señaló la experta.

Esta necesidad por usar de forma constante el celular derivó en diversos problemas. Uno de ellos es el phubbing, que hace que uno esté más atento al teléfono que a la pareja, amigos o allegados, lo que puede llevar a serios problemas en las relaciones interpersonales.

Otra de las consecuencias es el síndrome de la vibración fantasma, que es cuando creés que tu teléfono recibió una notificación de algún tipo cuando no fue así. La mente se encuentra en estado de alerta para que no se escape nada importante y por eso el cerebro a veces te hace creer que has sentido una vibración cuando en realidad ésta no se ha producido.