Darren Mc Clintock conocido como "Dibsy", es un joven británico de 27 años que por la obesidad mórbida y llegó a pesar unos 254 kilos. Tenía una fuerte adicción por la comida chatarra. Su Índice de Masa Corporal (I.M.C.) marcaba 78.4 puntos aproximadamente, cuando la talla estándar no debe superar los 24.9 puntos. Esto le causó diferentes desórdenes en el organismo y luego de haber sido hospitalizado con riesgo de muerte, se contactó con un entrenador para darle un giro rotundo a su vida.
Por cada local de comidas rápidas que Darren frecuentaba, el entrenador Mike Hind pegó un cartel con la inscripción “Salva a Dibsy, la obesidad lo está matando”, con la intención de que no le vendieran más alimentos procesados. En una etapa, consumía 11,000 calorías al día provenientes principalmente de hamburguesas pero también pizzas, papas fritas y panchos. Hoy, es un persona muy saludable, enérgica y gracias a este gran cambio, se convirtió en maratonista enfrentando con éxito la “Great North Run”, la carrera más importante de todo Reino Unido.
“Hicimos esto a nuestra manera, sin pasar por la cirugía de bypass gástrico”, reconoce el entrenador que supo guiar a Darren en este proceso. “No hay batidos, no hay pastillas, no tomó ningún suplemento para bajar de peso. Simplemente comió 3 mil calorías por día, le fui proporcionado todas las comidas y solo se manejó con eso más ejercicio. Eso es todo”, admitió.
“¡Ahora estoy viviendo la vida! Es solo cuestión de seguir adelante”, dice Dibsy, cuyo próximo objetivo es juntar dinero para quitar la piel sobrante. Para lograrlo crearon un Crowdfunder (cooperación colectiva para recaudar fondos hacia algo específico) y esperan pronto poder reunir lo que precisan: unos 18 mil dólares. Sin embargo, reclaman que es injusto no contar con ello despues de haberle ahorrado al sistema de salud una cifra similar por haber prescindido de una cirugía y haber asumido el reto por sí sólos.
A partir de este llamativo caso, donde no hubo intervención médica, Con Bienestar consultó con la especialista local, Andrea Graciano (M.N. 2.598), médica nutricionista y presidente de la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN): “Este caso se extiende a lo largo de todo el mundo porque hay una presencia cada vez mayor en nuestra alimentación de productos mega industrializados”, señaló. Destaca que de gran parte lo que introducimos en nuestro organismo, hay cada vez más evidencia de que genera efectos negativos y que incluso, se editaron diversos informes de entes internacionales como la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación, que hacen dar cuenta sobre la problemática que en la actualidad predispone a la aparición de sobrepeso, obesidad y una serie de enfermedades crónicas no transmitibles.
El entrenador Mike Hind, izquierda, y Darren 'Dibsy' McClintock en el Great North Run (Imagen: Gentileza Gazette de noche)
El entrenador Mike Hind, izquierda, y Darren 'Dibsy' McClintock en el Great North Run (Imagen: Gentileza Gazette de noche)
“Esta situación puede volverse epidemia y es necesario que existan políticas públicas”, Destacó. “Desde diversas instituciones ligadas a la nutrición, queremos que se implemente un etiquetado frontal obligatorio de advertencia que permita identificar rápidamente en los envases, si un producto tiene un alto contenido de grasas, azúcares y sal, además de indicar si tienen efectos adversos en la salud”, expresó. “Precisamos que haya una política regulatoria en cuanto a la publicidad, promoción y patrocinio de todo lo que venga envasado”, agregó.
La médica nutricionista hizo hincapié en que lo esencial es tener una alimentación sana, medida y variada. “Según las guías alimentarias para la población argentina, se desaconseja el consumo de productos procesados y se recomiendan porciones de hasta 150 gr de carne y una necesaria ingesta de frutas y verduras que, en nuestro país, solo el 6% de los habitantes consumen las porciones recomendadas”, recalcó. “Hoy entre 3 a 5 de cada 10 niños tienen exceso de peso y es importante que haya políticas de Estado que faciliten el acceso a los vegetales; por ejemplo, apoyando la agricultura familiar o simplificando el acercamiento entre el productor al consumidor”, finalizó.