A la provincia de La Rioja se la conoce por sus climas áridos y sus imponentes paisajes naturales. Pero pocos saben que allí crece un componente fundamental para solucionar un problema que afecta al 40% de la población mundial. Hablamos de la jarilla, un arbusto que crece de forma salvaje, especialmente en el norte argentino, y es la principal materia prima de los productos fitocosméticos ECOHAIR, una línea que tiene como objetivo reducir la pérdida de pelo y fomentar su crecimiento.

Lo novedoso es que están basados en la fitomedicina, que consiste en el uso de plantas medicinales con fines terapéuticos. “La fitomedicina tiene un origen ancestral en distintas civilizaciones, pero hoy en día se la complementa con ensayos clínicos y toxicológicos y estudios in vitro de manera tal que de las plantas medicinales se pueda obtener un medicamento seguro y eficiente”, cuenta el Dr. Jorge Alonso, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.

La aplicación de la disciplina no es una novedad. De hecho en países centrales (como por ejemplo Alemania) se aplica desde hace muchos años. Hoy en día el 80% de los productos medicinales que se encuentran en ese país son naturales.

Para su concepción se puede proceder de diversas maneras: “hay ensayos que se hacen en hospitales o instituciones privadas y también a partir de la incorporación de ciencia y tecnología. Con la aplicación de biotecnología se agregan márgenes de controles de principios activos y eso hace que el producto final tenga una respuesta positiva”, agrega Alonso.

La línea de fitocosméticos ECOHAIR cuenta con el aval científico de estar elaborados bajo patentes del CONICET. Además, la prestigiosa revista científica Skin Pharmacology and Physiology publicó un documento con los resultados que se obtienen de su uso.

De hecho, su loción de crecimiento mostró un 84,6% de eficacia en recuperación capilar. El resto de la línea también cuenta con un shampoo anticaída, un shampoo anticaspa, un bálsamo reparador y un gel para pestañas y cejas.

“Tener estos sellos certificados por entidades prestigiosas como el CONICET facilita que el producto gane mercados internacionales que suelen ser muy exigentes con este tipo de requerimientos”, asegura Alonso.

El laboratorio adhiere al protocolo de Nagoya, un acuerdo complementario al Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) que tiene como objetivo la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos. Es por esto que firmará un acuerdo con los gobiernos nacional y de La Rioja para la explotación responsable de la jarilla. Este acuerdo, además beneficiar a la provincia con regalías, ayuda a que no haya una explotación indiscriminada de la planta y que esté regulado su poda y uso.

Además de las exportaciones a Perú, Uruguay, Inglaterra y Pakistán, existen negociaciones para comenzar a exportar a Singapur. El producto se encuentra disponible en farmacias y también a través del sitio web del laboratorio.