Kornblihtt y Pecheny fueron nombrados directores un año después de elegidos.

Mauricio Macri finalmente firmó el DNU (371/19), que designa a Alberto Kornblihtt como director por el área de Ciencias Biológicas y de la Salud. Y a Mario Pecheny por Ciencias Sociales y Humanidades. Habían sido elegidos en comicios democráticos y por sus pares hace un año. Pero faltaba que el Ejecutivo Nacional formalizara el nombramiento para efectivizar sus cargos y que comenzaran en el ejercicio de sus funciones.

Así, fueron reemplazadas sus antecesoras Mirtha Flawiá y Dora Barrancos (con mandatos cumplidos desde 2018). Y se completará el cuadro de autoridades en la cúpula del organismo de CyT más importante que tiene el país. Durante la campaña, ambos habían manifestado su oposición al Gobierno. Kornblihtt es doctor en Ciencias Químicas (UBA) e Investigador Superior del Conicet en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (Ifibyne) que dirige. Mientras que Pecheny es doctor en Ciencia Política (Universidad Paris III) e Investigador Principal del Conicet en el Instituto Gino Germani (UBA). En esta entrevista, trazan un diagnóstico sobre la situación actual y definen el mapa de estrategias sobre las decisiones que se vienen.

–¿Por qué creen que el gobierno nacional los nombró ahora?

Mario Pecheny: –A todas luces hacía falta una decisión política para realizar los nombramientos. Una vez que la iniciativa fue tomada, el expediente corrió muy rápido por todas las etapas que debía atravesar. En ciencias políticas sabemos muy bien que la no-decisión implica una acción, en definitiva, supone una decisión. Existieron cuatro factores de distinto peso que fueron muy importantes. Uno fue la movilización de los directores de institutos científicos y la firma del Manifiesto en Córdoba del mes pasado. Otro, la participación de Marina Simian en el programa Quién quiere ser millonario y la visibilización social de la crisis terminal del Conicet al gran público, que incluyó la reunión con el propio presidente. La ética de Dora Barrancos, con su renuncia, permitió entrever la negligencia del gobierno con todo lo referido al área de CyT. Por último, está el Cabildo Abierto realizado ayer (por el miércoles), que reunió las voces de más de 250 referentes de la comunidad científica en el país y denunció la situación de malestar en tiempos de precampaña electoral.

Alberto Kornblihtt: –Coincido, el DNU se emite ahora porque hubo una enorme presión social. El conjunto de asambleas, movilizaciones y apariciones mediáticas hicieron que nuestras designaciones, por fin, se produjeran. También debo pensar que, en este momento, implicaba un costo muy caro para el gobierno dilatar más el asunto, sabiendo que ambos fuimos electos con plataformas que se oponían al ajuste. También puede haber un interés electoral encubierto, pero es algo que escapa a mi conocimiento y reflexión.

–¿El retraso tuvo que ver con que ustedes manifestaron ser opositores al gobierno?

A. K.: –Es algo que no podría asegurar, pero contamos con un mal antecedente de retraso en el nombramiento de Roberto Salvarezza. No tengo pruebas de que esta situación se haya repetido en nuestro caso, aunque el hecho de haber tardado tanto tiempo, ya sea por motivos burocráticos o políticos, me parece una falta de respeto tanto hacia los votantes como hacia nosotros.

M. P.: –Acuerdo con Alberto. En un nivel que desconozco, tal vez la resistencia provino de las altas esferas de la política, o bien, desde lugares más específicos como la propia política interna del Conicet. Pienso que preferían ahorrarse problemas y por eso congelaron nuestras designaciones. Como la razón no es burocrática, queda pensar en que las justificaciones del retraso son políticas.

–¿Qué es lo primero que van a hacer cuando comiencen sus funciones? ¿Con qué Conicet se encontrarán?

M. P.: –Lo inmediato será presenciar la primera reunión de Directorio. Si bien tenemos idea de cuándo será, no nos han enviado ninguna notificación oficial. El objetivo será conocernos rápidamente y plantear reglas de juego claras; necesitamos que se discutan públicamente las decisiones que se tomen a futuro y que la figura de los directores no quede desdibujada. Llevaremos una agenda que va desde la situación de becarios, ingresantes y no ingresantes a la Carrera del Investigador, así como también pretendemos resolver algunos conflictos que hacen a la vida cotidiana de quienes ya están en el Consejo. Me refiero a la desactualización de los salarios y a la administración de los fondos para poder trabajar. Se tratarán de establecer vías institucionales para obtener recursos que permitan a los investigadores desempeñar sus tareas. En términos políticos impulsaremos la discusión por la ley de financiamiento del sector que tiene media sanción, así como también promoveremos que los candidatos de las diferentes fuerzas se comprometan a apoyar la ciencia y la tecnología, con vistas a las elecciones de octubre.

Desfinanciamiento

A. K.: –Nos vamos a encontrar con un Conicet desfinanciado. Ayer conocimos la noticia de un dinero que la Secretaría de CyT prometió con la excusa de brindar más fondos para la investigación pero en verdad se trata de partidas que ya estaban asignadas. Es un organismo que apenas puede cumplir con sus compromisos, con salarios y becas que se hallan por debajo de la inflación y con subsidios totalmente devaluados. Será una lucha muy dura para recuperar el papel que el Consejo debería tener y para alcanzar los ingresos a la Carrera prometidos en el Plan Argentina Innovadora 2020. Están en 450 cuando deberían, al menos, doblar ese número. Voy a pelear por que los jóvenes que fueron formados en sus doctorados por el sistema estatal no se queden sin posibilidades. El primer día en el ejercicio de mis funciones presentaré ante el resto de los miembros cuál fue la plataforma electoral que utilicé hace un año y llevaré adelante los reclamos de los 247 directores de institutos científicos que plantearon una agenda de recuperación muy precisa y consensuada, con independencia de los gustos personales, la ideología y la política.

–¿Cómo prevén el diálogo con el resto de los directores?

M. P.: –Confío en que el diálogo estará bien, que será posible porque somos colegas. A pesar de los estilos y las perspectivas distintas, no habría ninguna razón para pensar que el Directorio no funcionará con una buena dinámica y sinergia positiva entre sus representantes. Para ello se necesitará que la Presidencia del Conicet sea ejercida por una persona más comprometida de la que está ahora.

A. K.: –Creo que debería haber un buen vínculo, la presencia de miembros nuevos en el espacio puede servir para darnos cuenta de que el Directorio no debe aceptar de una manera tan pasiva las disposiciones de ajuste que vienen desde arriba. Vamos a concentrar nuestros esfuerzos en convencer al parlamento para que vote un presupuesto adecuado para todos los organismos que conforman el sector.

–¿Se puede realizar un cambio radical de la situación cuando la ciencia y la tecnología no forman parte de la agenda de este gobierno?

M. P.: –Por un lado, debería decir que no porque necesitamos de presupuesto y del apoyo político del PEN que hoy no tenemos. Sin embargo, por otro, tenemos la facultad de gestionar algunas decisiones que son muy importantes para la comunidad. Hoy pareciera que el Conicet está sin brújula pero es posible recuperar la práctica de discusiones razonables, esto es, que se incluya la participación del conjunto de los investigadores. En el campo de las Ciencias Sociales y Humanidades, por ejemplo, tenemos un montón de ideas en cantera que se vienen conversando hace mucho tiempo, que dependen de nosotros y no tanto del Ejecutivo Nacional. Me refiero a discutir criterios de evaluación y la conformación de comités de ética, pero también a los debates acerca de temáticas centrales como la violencia y la equidad de género.

A. K.: –Es un cargo que lleva el mandato de la comunidad, por ello, contamos con una responsabilidad muy grande para con aquellos que depositaron su confianza en nosotros y también con el país en su conjunto. No puedo asegurar que nuestra presencia garantizará un cambio del 100 por ciento pero pensamos contribuir con lo nuestro y transparentar las decisiones del directorio para que la sociedad conozca de cerca cuáles son las opiniones y los argumentos de cada uno de nosotros.