Se crea un registro especial, se les otorga un carné habilitante y se delimitará su radio de acción. No podrán exigir pago a los conductores.

El Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe aprobó una ordenanza que regula la actividad de los "trapitos". Son cuidacoches que se desempeñan de manera hasta ahora informal en las calles de la ciudad.

Norma sancionada

La norma sancionada por mayoría simple y con la abstención del bloque oficialista de Cambiemos estipula que cada una de las personas que se desempeñan en esta actividad cuenten con un carné habilitante y un chaleco identificatorio emitido por el gobierno municipal.

Para ello, se deberá crear un "Registro de cuidadores de vehículo" que estará publicado en la página WEB del municipio. El gobierno de la ciudad deberá fijar el número de credenciales a otorgar y la Secretaría de Control Municipal deberá delimitar la zona en la que puedan desempeñarse (por fuera del área de estacionamiento medido) y se le asignará a cada trapito al menos un sector de una calle para ofrecer el servicio.

"Programa inclusivo de cuidadores de vehículos", así se llama el proyecto sancionado en el Concejo, que registrar, identificar y ordenar a los cuidacoches de Santa Fe. Se trata de una norma que tendrá la difícil misión de regular una actividad que, en más de una oportunidad, genera momentos de tensión y de violencia; no sólo con automovilistas, sino también entre los mismos trapitos. El proyecto presentado es el resultado de la fusión de dos iniciativas presentadas por los concejales Marcela Aeberhard (PJ) y Sergio Basile (FPCyS).

Lugares permitidos

Los permisos serán concedidos en aquellos espacios en los cuales el estacionamiento de vehículos se encuentra permitido (no estará permitido en zonas de estacionamiento medido). La norma permitirá que se realice "en lugares donde se realizan eventos deportivos, culturales o de entretenimiento de carácter masivo".

Para casos especiales, el área de control municipal deberá definir la cantidad de cuidadores de vehículos. El proyecto establece que la distribución y cupos asignados podrán variar de un evento a otro.

La iniciativa deja en claro que "la contribución económica (de los automovilistas) será voluntaria y no se podrá exigir el pago de canon alguno".

Los aspirantes deberán completar una planilla de inscripción con datos personales, la cual estará a disposición de cualquier interesado. Entre las obligaciones, se destaca la presentación de un "certificado de buena conducta" y la participación en "programas de capacitación y promoción del empleo municipal, provincial o nacional".

La credencial contendrá foto, nombre y apellido; DNI, número de registro y la asignación de la zona. Deberá ser presentada en caso de que el personal del área de control del municipio lo solicite. En tanto, serán causales de suspensión no tener el chaleco refractario o exigir una suma fija de dinero.

El carné se deberá renovar todos los años y para hacerlo deberán acreditar su participación en algunos de los programas de capacitación de empleo. Tendrán prioridad para acceder al permiso las personas mayores de 40 años y aquellas que tengan algún tipo de discapacidad.

Controles

El concejal Sergio Basile (FPCyS), uno de los impulsores del proyecto, comentó que la Guardia de Seguridad Institucional podría actuar, con el apoyo de la policía, en caso de que se detecte alguna irregularidad, como puede ser la exigencia en el cobro de una suma fija o el brindar servicio en zona de estacionamiento medido.

El edil recordó que el último registro de cuidadores de coches es del 2010. Según el municipio, en ese momento se relevaron alrededor de 300, muchos de los cuales llevaban una credencial y chaleco identificatorio.

Sobre la posibilidad de que una norma de este tipo mitigue los episodios de violencia, apuntó: "Por supuesto, cuando ponés nombre y apellido, delimitás zonas o priorizás el ordenamiento, el que quiere hacer las cosas mal no se expone. Los grandes conflictos pasan por las pelas territoriales de los cuidacoches".

Hacerse cargo

Basile comentó que el Estado no puede "mirar para otro lado y debe hacerse cargo". El edil afirmó: "Este tema debe ser una clara decisión política del Estado municipal. O te hacés cargo de lo que está pasando o dejás hacer y tenemos los problemas que tenemos. No podemos mirar para el costado, algo está pasando, tenemos dificultades"

El edil contó que el objetivo del proyecto es encontrar para estas personas una salida laboral más formal. "La idea es que estas personas tengan prioridad de ser empleadas por algunas empresas que están vinculadas con el municipio".

En contra

"Nosotros hoy establecimos un concepto nuevo: el de servicio de cuidado de un vehículo estacionado en la vía pública", dijo el concejal Carlos Suárez al fundamentar la decisión del bloque oficialista (Cambiemos) de abstenerse y no acompañar la ordenanza que fue aprobada. Para el bloque de Cambiemos la iniciativa de los concejales Aeberhard y Basile no soluciona el problema. "Si bien reconocemos la existencia de esta problemática, creemos que el enfoque no era el correcto", afirmó Suárez.

El edil oficialista puso la mira en las complicaciones jurídicas que podría arrastrar la normativa e hizo referencia a los "niveles de responsabilidad". En ese sentido, se preguntó: "¿Qué va a pasar cuando el bien mueble, que es un automóvil, se encuentre dañado? Las personas que se encuentran al cuidado de él (cuidacoche o trapito) ¿cómo responde frente a este cuidado?. En todo caso, si no es esa persona la que responde, quien es el último responsable es aquél que otorgó la autorización para que esa persona ejerza la actividad, que en este caso es el Estado municipal".

Estado o violencia

Aeberhard, sin embargo, defendió la ordenanza sancionada: "Lo que no define el Estado lo define la violencia con conflictos territoriales", dijo la concejala. Y abundó: "Nosotros no queremos tener que lamentar ningún hecho de los que ya hemos vivido en muchas situaciones", dijo la concejala justicialista.

Para la impulsora de uno de los proyectos que se consensuaron para llegar a la norma, se trata de "un programa de inclusión. Aspiramos a que las personas tengan formación laboral y un empleo genuino. Sabemos que no es un recorrido fácil, que no es de la noche a la mañana que se pueda solucionar la situación de los cuidacoches. Entre lo real y lo ideal hay un camino, y ese camino es el posible", afirmó

Para la edila, "el proyecto intenta dar la pacífica convivencia a quienes transitan la calle, a quienes estacionan sus vehículos y sus motos, y aquellas personas que están en situaciones sociales acuciantes".

La norma contó con el aval de 11 concejales. Además del bloque oficialista de Cambiemos, el que se abstuvo fue el concejal justicialista Lucas Maguid, quien recordó: "Tengo un proyecto que es prohibir la actividad; me abstuve en esta sesión. En otros lugares este tipo de programas no han funcionado"