Ella toma media copa, empieza a rascarse el mentón, después el cuello y estornuda. Queda enrojecida. El consumo de alcohol puede causar o empeorar las alergias, especialmente en las mujeres.

Las causas no están claramente determinadas ya que parece que contienen numerosos alérgenos ocultos pudiendo ser cualquiera (o una mezcla de varios) el desencadenante de la alergia.

¿Qué tienen en común?

El vino y la cerveza contienen sulfitos, que son clarificantes y conservantes que se usan en la elaboración de muchas bebidas alcohólicas. Este grupo de compuestos son conocidos por provocar asma y otros síntomas similares a los de las alergias. ”Están en varias bebidas como por ejemplo el champagne, algunos espumantes y también pueden estar en el vino”, detalla a ConBienestar el doctor Claudio Parisi (MN 95292), Jefe de las secciones de alergia en Adultos y Pediátrica del Hospital Italiano. “Los pacientes con asma pueden tener algún tipo de reacción del tipo broncoespasmo”, resalta.

Si bien existen vinos sin sulfitos y vinos con una cantidad mínima, se espera que concluya la investigación para la creación de un vino hipoalergénico. Sin embargo, no es tarea sencilla si se quiere conservar las atractivas características como el aroma, color o sabor.

Otro factor

“Lo que pasa más frecuentemente con el vino es que algunos tienen alto contenido de histamina, que es lo mismo que tenemos en las células y que cuando se libera produce las típicas reacciones alérgicas”, explica Parisi. Esta liberación es brusca, inmediata e intensa, por eso las reacciones son tan rápidas.

La histamina es una molécula que fabricamos dentro de las células de nuestro cuerpo. Los problemas comienzan cuando la cantidad en sangre es mayor de lo normal. Pero no sólo el vino puede tener esta molécula: hay alimentos como la leche, los quesos, la soja, los pescados azules, los embutidos, las salchichas, las verduras fermentadas, las conservas y cualquier alimento fresco procesado para que dure más tiempo que son ricos en histamina. Con la nueva ley de etiquetados, hay que detectar si el producto tiene o no este componente.

Las mujeres, las más afectadas

En un estudio realizado en Suecia, los científicos observaron a miles de personas y encontraron que, en comparación con la población general, quienes tenían diagnósticos de asma y bronquitis eran mucho más propensos a experimentar estornudos, secreción nasal y síntomas de las vías respiratorias inferiores. El vino tinto y el vino blanco fueron los factores desencadenantes más frecuentes, y las mujeres, por razones desconocidas, tuvieron el doble de probabilidades de verse afectadas que los hombres.

Lo que pasa más frecuentemente con el vino es que algunos tienen alto contenido de histamina, que es lo mismo que tenemos en las células y que cuando se libera produce las típicas reacciones alérgicas
Sobre la cerveza

Hay personas que pueden ser alérgicas a la cerveza por una sensibilización a las proteínas de la cebada, del trigo, o del lúpulo, por ejemplo. “Pueden generar algún síntoma sobre todo digestivo”, aclara el doctor Parisi. En el caso de la enfermedad celíaca, ya hay muchas opciones de cervezas sin gluten en el mercado, pero los alérgicos a la cebada tienen que dejar de consumir la bebida.