A la hora de frenar a un competidor en ascenso, una de las estrategias más frecuentes en la industria tecnológica es absorber a esa compañía: la más poderosa rompe el chanchito y compra a la pujante propuesta. En ocasiones ocurre que ésta no acepta la oferta y entonces se impone un “plan B”: comprar una empresa que brinde un servicio similar. Iniciar la batalla desde otra trinchera.

Ese movimiento tiene ahora tres protagonistas. Según un reporte de The Wall Street Journal, Google habría decidido obstaculizar el exponencial crecimiento de TikTok, con la compra de una aplicación similar a aquella: Firework.

Para desprevenidos, TikTok es una aplicación de origen chino que ganó gran popularidad en tiempos recientes. En 2018 fue la app más descargada en la tienda de Apple y también crece en Google Play, en ciertos períodos superando el desempeño de peces gordos como Instagram o Facebook. Tal como contamos en la siguiente nota de TN Tecno, la propuesta del servicio tiene mucho en común con la desaparecida Vine.

El eje son los videos breves, usualmente musicales y/o humorísticos. Además, la mayor parte de los usuarios son jóvenes. Con casi tres años de recorrido y presencia en más de 150 países, TikTok no para de crecer. ByteDance, el conglomerado chino que gestiona la aplicación, acumula más de 1.5 mil millones de usuarios activos mensuales con sus diferentes servicios. Y no le va mal: en los primeros seis meses del año en curso facturó más dinero que en todo 2018.

Pero comprar TikTok, que por sí sola tiene unos 500 millones de usuarios, no parece una faena sencilla. ByteDance no tiene entre sus planes deshacerse de la gallina de los huevos de oro.

De qué va Firework

“Un viaje inesperado a través de un video corto”. Con ese lema nos recibe en su web oficial Firework, que invita a la descarga en equipos iOS y Android. En ambos ecosistemas, se consigue en forma gratuita.

En Twitter es posible ver parte del contenido que circula en Firework (agregamos un par a continuación), videos de hasta 30 segundos de duración que son producidos por los propios usuarios.

A diferencia de la audiencia de TikTok, en este caso no se trata de un público mayormente adolescente, sino un tanto más amplio.

La empresa en la que Google estaría dispuesta a invertir tiene su sede en la ciudad de Redwood, California. Según WSJ, la misma está valuada en más de 100 millones de dólares. Todavía no se sabe cuánto pagaría el gigante de buscador por absorber a este “caballo de Troya” con el que planearía ingresar al mundo de los videos breves en redes sociales. Aunque para eso también deberá competir con otros interesados en Firework, entre ellos Weibo, una poderosa red social de China.

Si se confirma esta movida, no será la primera vez, ni mucho menos, en la que Google adquiera a otra compañía. Quizás el caso más relevante ha sido olvidado por la cantidad de años que transcurrieron desde esa operación: YouTube no fue siempre propiedad de la compañía de Mountain View, que la compró en 2006.