El apagón del último domingo, que dejó sin energía eléctrica a todo el país y duró alrededor de cuatro horas en Santa Fe, hizo encender las alarmas y activar de manera inmediata los protocolos de emergencia en los hospitales y clínicas de Santa Fe, para que los pacientes internados continúen con su normal atención.
“Los pacientes ni se enteraron”, indicó Juan Pablo Poletti, director del hospital José María Cullen, detalló cómo sobrepasaron el problema en el nosocomio. “Ni bien suscitado el corte, a los 14 segundos se prendieron los tres grupos electrógenos, más allá de que todos los respiradores que tenemos tienen una batería autónoma”, informó Poletti.
Con los tres motores, que le dan luz al Cullen en estos casos extraordinarios y de extrema urgencia, se iluminaron de inmediato las áreas críticas, los espacios comunes, la guardia y el quirófano, hasta los ascensores. “Todo el hospital está conectado a los grupos electrógenos”, aseguró Poletti. También comentó que una vez por semana se verica que los motores funcionen de forma correcta y que tengan al menos medio tanque de combustible por cualquier eventualidad.