El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, negó de plano que se haya cortocircuitos en el proceso de transición con su sucesor, el justicialista Omar Perotti, tal como circuló ayer después del cruce que se dio en la Cámara de Diputados de la provincia por la aprobación de la entrega de fondos a municipios y comunas por más de 3.500 millones de pesos.

 

 

“Tenemos un excelente diálogo con el gobernador electo, con la comisión de transición, hasta ahora no ha habido ninguna disparidad de criterios”, enfatizó el mandatario santafesino en un breve contacto con la prensa en la ciudad de Reconquista, luego de presidir un acto de entrega de escrituras de viviendas que se llevó a cabo en el teatro Español.

Lifschitz remarcó que desde su administración se allanó el camino a la transición. "Brindamos toda la información que nos solicitaron y accedimos a prorrogar la presentación del Presupuesto del año que viene para darle la oportunidad a Perotti y a su equipo de elaborar su propio presupuesto", remarcó el gobernador.

"Estamos predispuestos para resolver cualquier tipo de dificultad y para mantener el diálogo incluso después del 10 de diciembre", agregó.

Consultado sobre cómo cerrarán los números de su gestión, Lifschitz dijo que "todo dependerá de cómo termine la economía del país", y detalló: "Nadie sabe qué sucederá de acá a las elecciones y después de los comicios. Pero trabajamos para llegar cumpliendo con las obligaciones en materia salarial y de jubilaciones, con la cobertura social y con las obras públicas".

Lifschitz también recordó que no realizará nombramientos en la administración pública. "Le manifesté a Perotti que no teníamos intenciones de hacer pases a planta permanente. En mi gestión he sido muy restrictivo con los nombramientos. En estos cuatro años nunca enviamos una ley a la Legislatura para crear cargos. Es más, tenemos siete mil vacantes. No avanzaremos en el nombramiento de personal, salvo que haya un acuerdo con los gremios y con las próximas".