El próximo eclipse solar podrá observarse desde distintos puntos de la Argentina, pero es clave recordar las pautas de cuidado de la salud ocular para evitar daños irreparables.

Distintos especialistas en oftalmología, junto a expertos en astronomía, alertan de los peligros que hay en intentar mirar directamente al eclipse.

La NASA lanza las habituales recomendaciones en este sentido. Uno de los aspectos que alertaron es sobre la compra de lentes especiales. Son unos anteojos fabricados especialmente para este tipo de protección, cuya tecnología se asemeja a los cristales de casco de soldador. “Deben cumplir con los estándares de homologación que es la norma internacional ISO 12312-2", precisaron.

El organismo aconsejó a los interesados en disfrutar del fenómeno que no utilicen filtros hechos en casa. Ni tampoco anteojos de sol comunes porque incluso los más oscuros pueden dañar la vista.

El médico oftalmólogo Matias Iglicki (MN 114.165), docente de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, destacó a este medio que "nunca hay que mirar directamente al sol, incluso, durante un eclipse, porque el riesgo de desarrollar una retinopatía es muy alto”. Si no se usa protección “puede producirse el desarrollo de cataratas, maculopatía, ojo del surfista, fotoqueratitis (inflamación de la córnea), conjuntivitis, tumores oculares y otras patologías”.

Especial cuidado en los chicos

A su turno, Alejandro Aguilar, doctor en Medicina Especialista en enfermedades de superficie ocular, fundador y ex presidente de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular (MN 71395), explicó a ConBienestar hay que reforzar siempre la idea de “no mirar estos fenómenos directamente”.

“Lo único que se puede usar son los anteojos ISO 12312-2 de los que habla la NASA. En su defecto, aunque no es algo tan usual, se puede utilizar los vidrios industriales que se usan en las máscaras de soldador que se obtienen en algunas ferreterías”, apuntó el especialista.

¿Y los chicos? “Hay que prestar especial atención a ellos”, advirtió. “Los adultos podremos cuidarnos con estos consejos, pero los niños son ajenos a esta peligrosidad y quizás en un descuido miran directamente el eclipse y el daño puede ser dramático, puede quemarse la córnea o la retina”, subrayó.

Para evitar toda duda y preocupación, “lo ideal es usar esas cámaras especiales que proyectan el eclipse sobre una superficie blanca, con las cuales no hay absolutamente ninguna chance de peligro”, remarcó Aguilar.

“Y el consejo final, no usen bajo ningún aspecto placas radiográficas, las de rayos X, para hacer la observación, dado que no brinda ningún tipo de protección”, concluyó.