Las fábricas automotrices produjeron en junio 21 por ciento menos que en mayo. La baja de ventas a Brasil y al mercado interno dominan la escena.

La producción automotriz sumó 23.916 unidades en junio y marcó un retroceso de 39,3 por ciento. También cayó en relación a mayo, un 21,0 por ciento . En lo que va del año, se acumularon 161.182 unidades, al marcar una merma de 33,6 por ciento. La caída interanual en junio fue la segunda más elevada del año. Sólo lo superó el rojo del 41,1 por ciento de marzo. La crisis del mercado interno es uno de los principales elementos para explicar el desplome del sector. La nueva fase de caída del mercado brasileño es otra de las explicaciones. En el Gobierno lanzaron un plan para estimular la compra de autos cero kilómetro que por ahora no alcanzó a revertir las caídas.

La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) detalló la caída de la producción por tipo de vehículo. Los automóviles sumaron 8263 unidades el mes pasado y anotaron una caída interanual del 56,7 por ciento. Los utilitarios sumaron 15.653 unidades y marcaron una baja de 23,1 por ciento. Esto explicó la caída promedio del sector del 39,3 por ciento.

En el detalle por vehículos exportados, se precisó que salieron del país 17.401 rodados, con un retroceso de 24 por ciento respecto de junio del año pasado. En lo que va del año, la exportación acumuló 107.686 unidades (-11,4 por ciento). El mes pasado se registró una de las bajas más importantes del año. La más fuerte fue de enero (-28,9 por ciento). Brasil explica casi la totalidad de la caída de las exportaciones. Se vendieron este año a ese mercado 71.098 vehículos, unos 14.372 rodados menos que en igual período de 2018.

En Adefa subrayaron el fuerte retroceso de las ventas de rodados a los concesionarios del mercado interno. Se trata del principal indicador para medir la contracción de la demanda por efecto de la crisis económica. Se despacharon 36.501 unidades el mes pasado registrando una caída interanual del 34,1 por ciento. En el primer semestre, se acumularon ventas de 187.067 rodados, al marcar un descenso del 55,6 por ciento. Los meses de mayor reducción interanual de la demanda fueron abril y mayo, con merma de 60,9 y 63,1 por ciento respectivamente.

En el detalle de los despachos para los concesionarios, se mencionó que se vendieron 29.751 automóviles en junio, con una disminución de 29,9 por ciento, mientras que se entregaron 6750 unidades de utilitarios (-47,9 por ciento). Este último dato refleja que las ventas de rodados relacionados con la inversión y el comercio del mercado interno se desplomaron a casi la mitad y ofrecen más datos de la magnitud de la crisis económica.

La industria automotriz es una de las más afectadas en lo que va de este año. Los informes de actividad manufacturera del Indec marcaron que el bloque de automotores anotó un retroceso en abril de 26,2 por ciento interanual. Esta caída fue la más elevada para todos los bloques manufactureros. En la lista siguieron los retrocesos del 21,3 por ciento en muebles y del 16,8 por ciento para textiles. La floja performance de la rama automotriz tiene impactos a nivel local por su elevado efecto multiplicador. Se trata de un sector que demanda mano de obra y además genera encadenamientos con otros sectores productivos como plásticos y caucho. Esto implica que la pérdida de producción automotriz potencia el retroceso también de esas otras actividades productivas (reforzando la caída industrial).

Los referentes del sector, pese a la fuerte contracción de los negocios en los últimos años, celebraron las medidas de apertura comercial promocionadas por el Gobierno. El titular de Adefa, Luis Fernando Peláez Gamboa, señaló que “un elemento fundamental es poder seguir trabajando en la apertura de nuevos mercados y en este esquema se inscribe el nuevo acuerdo que se alcanzó entre el Mercosur y la Unión Europea”.