Los rezos del Gobierno y el cepo están haciendo efecto. Una gran parte del goteo de divisas se ha desacelerado. Pero, aún quedan dudas sobre el stock de plazos fijos en pesos del sector privado.

Parece que las hordas inversoras se han tomado cierto respiro. Como si comulgaran con el espíritu de Julio César y su célebre “Alea iacta est”. Porque en las últimas jornadas resulta insoslayable que el drenaje diario de los depósitos privados en dólares (argendólares) muestra una fuerte desaceleración. No se detuvo por completo. Pero frente a los guarismos del mes pasado es elocuente que el ánimo de personas y empresas con colocaciones en dólares se ha aquietado.

Salida de divisas

Desde las PASO y hasta el miércoles pasado (último dato del BCRA) la salida de divisas por retiro desde cajas de ahorro en dólares y cancelación de plazos fijos en dólares totaliza u$s11.517 millones. El dato es más que relevante porque explica el 65% de la pérdida de reservas del BCRA en dicho período.

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Porque los encajes de estos depósitos (la porción que los bancos no pueden prestar) están computados dentro de las reservas del BCRA. O sea, cada vez que un ahorrista retira o cancela un argendólar, caen las reservas en aproximadamente la mitad del monto involucrado.

Los datos dan cuenta así que en el período analizado, se perdieron u$s7.425 millones de las reservas vía la caída de los encajes de los argendólares. Según la información disponible, al 9 de octubre, el stock de argendólares se redujo a u$s20.983 millones.

Caída de reservas

Vale mencionar que a lo largo de este período las reservas del BCRA cayeron casi u$s20.000 millones, de los cuales cerca de u$s3.000 millones fueron por venta de divisas en el mercado, u$s6.800 millones de operaciones del Tesoro (incluida la cancelación del REPO con bancos extranjeros por u$s2.600 millones), y otros u$s1.000 millones de operaciones con organismos internacionales.

De modo que la sangría diaria de argendólares, desde las PASO, es una de las variables más monitoreadas junto con la demanda de divisas para atesoramiento. Al respecto en agosto (desde las PASO) se iban diariamente un promedio de u$s391 millones desde los argendólares. Así se fueron u$s5.870 millones entre el 9 y fin de agosto (al contemplar los días previos a las PASO la caída se reduce a u$s5.534 millones, lo que habla del impacto de las Primarias).

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Luego en septiembre, se percibió cierta desaceleración pero hubo días críticos que al final dejaron un saldo negativo de u$s5.243 millones, pero marcando un promedio diario menor en torno a los u$s250 millones. Ahora, en la previa de los debates y del 27-O la salida de los argendólares ha bajado notoriamente a un promedio diario de u$s58 millones. Hasta el 9 de octubre la caída suma sólo u$s404 millones.

Goteo diario

Desde las PASO el goteo diario arroja un promedio de u$s268 millones. Con vistas a lo que falta para cerrar el año, en realidad, hasta las elecciones, es un nivel inquietante por el nivel de las reservas y los controles cambiarios. Por ello es alentador la desaceleración que se evidencia en lo que va de octubre. Claro que ello no implica que los ahorristas miren para otro lado. Es cierto que las empresas usan estas colocaciones para estacionar liquidez en dólares y otras como capital de trabajo, por lo que su comportamiento no responde directamente a motivos especulativos, como en la mayoría de los casos de pequeños y medianos ahorristas.

Si bien esta escaramuza cambiaria, vinculada con los argendólares, parece estar, en el corto plazo, más o menos controlada, la batalla aún no ha finalizado. Es que la tenue, pero persistente, caída de los plazos fijos en pesos privados, seguramente, alimenta la demanda de billetes para atesoramiento. De ahí que los analistas miran de reojo esto porque de intensificarse obligaría a retocar los controles cambiarios. Muchos de ellos descuentan que esta pax no sería más que una tregua hasta la verdad del 27-O.