Las negociaciones se reanudaron tras finalizar la víspera a medianoche al encontrar nuevos escollos, indicaron fuentes europeas. "Ya no esperamos el desenlace hoy", aseguró una de esas fuentes.

Los equipos negociadores de la Unión Europea (UE) y Reino Unido retomaron este miércoles sus conversaciones para desbloquear el Brexit. La víspera de una cumbre europea que se anuncia crucial para alejar el temido divorcio sin acuerdo el 31 de octubre.

Las negociaciones se reanudaron en la mañana tras finalizar la víspera a medianoche al encontrar nuevos escollos. Así indicaron fuentes europeas. "Ya no esperamos el desenlace hoy", aseguró una de esas fuentes.

Recta final

En esta recta final, el optimismo y la prudencia se dan la mano. "Hay un camino hacia un posible acuerdo, pero hay muchas cuestiones que aún necesitan ser resueltas". Así aseguró desde Dublín el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.

Londres y Bruselas decidieron el viernes dar un nuevo impulso a las negociaciones para intentar alcanzar un acuerdo. Esto antes de la reunión de mandatarios prevista el jueves y viernes y evitar así negociar durante la cumbre.

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Si el primer ministro británico, Boris Johnson, no logra un acuerdo para el sábado, una ley de su Parlamento le urge a pedir una nueva prórroga de la fecha del divorcio. La tercera desde marzo, a la que se muestra reticente.

El ministro británico para el Brexit, Steve Barclay, confirmó a los diputados británicos la voluntad de cumplir con la ley. Pero reiteró su apuesta por salir a fines de mes por lo que mantienen "negociaciones intensas".

Negociaciones

Los negociadores intentan ver cómo garantizar un comercio fluido de bienes entre Irlanda, país de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte. Territorios que ya gozan de la libre circulación de ciudadanos entre ambos.

El objetivo es además proteger los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a décadas de conflicto sangriento en la isla de Irlanda, y proteger el mercado único europeo, de eventuales 'dumpings' de su todavía socio.

"Las negociaciones empezaron a traducir las propuestas británicas en un texto legal, pero hay dificultades sobre el fondo", aseguró un diplomático, precisando que un punto sensible es cómo mantener reglas de juego equitativas.

La base de las discusiones es la propuesta que planteó el gobierno de Johnson, que heredó de su predecesora Theresa May un acuerdo de divorcio que su Parlamento rechazó, entre otros puntos por la cuestión irlandesa.

Modificaciones

Johnson abandonó la idea de mantener a todo Reino Unido en una unión aduanera con la UE mientras se lograba una solución mejor en el marco de una negociación de acuerdo de libre comercio, pero el nuevo plan generó dudas.

El 'premier' británico "modificó su propuesta original para que no haya una frontera para las aduanas" en la isla de Irlanda, dijo una fuente europea, en referencia a una de los "puntos problemáticos" de los europeos.

Otro problema es el derecho a veto que tendría, según Londres, el Parlamento norirlandés, que cada cuatro años podría pronunciarse sobre si quiere seguir respetando las reglas del mercado único europeo en Irlanda del Norte.

La líder del partido unionista norirlandés DUP, Arlene Foster, apoyo de Johnson en Westminster, dijo a la BBC que quería apoyar un acuerdo. Pero que no lo haría si siente que separará a Irlanda del Norte del resto de Reino Unido.

Sus palabras dejan planear la incertidumbre sobre si el Parlamento británico podría aprobar un eventual acuerdo entre Londres y Bruselas, antes que la Eurocámara se pronuncie, trámites necesarios para una salida ordenada.