Remi Frances, una bebé nacida en Sidney, llegó al mundo con la particularidad de que la fecha de su nacimiento no fue la planeada. El parto tuvo que adelantarse ya que una complicación ponía en riesgo su propia vida y la de su mamá.

En las ecografías de control ya se veía que iba a ser grande, pero cuando la colocaron en la balanza de recién nacidos nadie imaginó encontrarse con 5,880 kilos. Los padres, Emma y Daniel Millar, ya tenían dos niños pero ninguno pesó tanto.

“Tengo una pequeña luchadora de sumo”, ironizó la madre en declaraciones con medios locales desde el Hospital Wollongong, ubicado en Nueva Gales del Sur, Australia. Los médicos sugirieron que no la alzara aún para no abrir la herida de su cesárea.

La diabetes en el embarazo

Fue clave para el desarrollo del embarazo saber que Emma tenía diabetes gestacional (nivel elevado de azúcar en sangre), lo que determinó posteriormente el sobrepeso de la recién nacida.

Semanas antes, durante un chequeo de rutina con su obstetra, una ecografía había revelado que en la semana número 35, la niña ya rondaba los cuatro kilos. Ante esta noticia, si bien sus padres se alarmaron un poco, creyeron que no crecería más ya que faltaba muy poco tiempo para su nacimiento.

De qué depende el peso de un bebé por nacer

La macrosomía fetal es cuando un recién nacido es significativamente más grande que el promedio. Las causas consisten en factores genéticos, así como en una enfermedad de la madre, como la obesidad o la diabetes. En pocas ocasiones, un bebé puede tener una enfermedad que acelera el crecimiento fetal.

“Un chico no nace saludable si pesa más de cuatro kilos y medio, ahí es cuando uno tiene que buscar que la madre no tenga diabetes”, explicó a Con Bienestar el doctor Roberto Casale, (M.N. 65.557), Jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Nacional Alejandro Posadas.

Un bebé de estas características podría llegar a nacer con hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre), hipocalcemia (cuando la sangre no tiene suficiente calcio) y diversas dificultades respiratorias. “Lo principal durante el embarazo, y con madres que ya tuvieron chicos de alto peso, es detectar la diabetes por medio de pruebas de sobrecarga con glucosa, primero entre las 22 y 25 semanas del embarazo y después alrededor de las 30 a 32 semanas”, aconsejó el especialista.

“Por las ecografías ya se puede ver un bebé que va a nacer por encima del percentilo que le corresponde a la edad gestacional, o sea, se puede determinar el peso mediante imágenes”, detalla Casale.

El percentil nos indica en el caso de los bebés y niños si, comparados con otros de su misma edad y sexo, se encuentran dentro de la media. La media es de 50 pero cuando supera el 90 es porque va a superar el peso promedio para la edad que tiene. “

El problema además, es que esta clase de chicos tendrán complicaciones en el canal de parto porque pueden tener una enfermedad llamada ´distocia de hombros´, cuando sus hombros tienen mayor amplitud de longitud que su cabeza, lo que dificulta el parto y puede derivar en parálisis de brazos, un daño neonatal muy grave que se previene con una cesárea programada”, concluyó el especialista.