La filial argentina de la aerolínea "low cost" Norwegian inició trámites para comenzar a volar a Estados Unidos con rutas regulares, según informó la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

"Tras la firma del Acuerdo de Servicios Aéreo entre la Argentina y los Estados Unidos, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) comunica que la empresa Norwegian Argentina ha iniciado el trámite ante esta autoridad aeronáutica para comenzar sus operaciones con vuelos regulares hacia el país del norte. Hace 15 años que ninguna otra empresa argentina comienza a volar a Estados Unidos", dice el comunicado de la entidad que encabeza Tomás Insausti.

A fines de junio, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, firmó en Washington un acuerdo con su par de ese país, Elaine Chao, por el cual se eliminaron los topes para las frecuencias de vuelos entre los dos países y se habilitó la posibilidad de que las aerolíneas de ambos países hagan acuerdos de "joint venture" para intercambiar no sólo código compartido de pasajeros, sino también para participar con ganancias (comisiones) en la venta de tramos internos del otro país.

Según había dicho Insausti a Clarín, aquel acuerdo había sido reclamado por la conducción de Aerolíneas Argentinas, que está negociando precisamente una alianza comercial de ese tipo con la aerolínea estadounidense Delta. Pero en la misma entrevista, Insausti reveló que además la aerolínea LATAM estaba negociando su propia alianza y dijo, sin nombrarla, a al menos una "low cost" estaba interesada en aprovechar los beneficios de ese nuevo marco regulatorio.

Según la ANAC, antes de ser autorizada a volar a EEUU, Norwegian "debe acreditar ante las autoridades su radicación y operación en la Argentina, enviar la información societaria correspondiente y presentar su designación por la Autoridad Argentina. Además debe acreditar si ya tiene relación o actividad con empresas de su mismo holding u otras que operen en los Estados Unidos".

Según el Código Aeronáutico, las aerolíneas que operan frecuencias hacia otros países que pertenecen a la Argentina deben hacerlo con tripulaciones (pilotos y personal de a bordo) locales. En esa condición se desempeñan actualmente tanto los vuelos a Estados Unidos de Aerolíneas (que vuela a Miami, Nueva York y próximamente a Orlando) como de LATAM Argentina, entre Ezeiza y Miami.

Tanto el acuerdo bilateral firmado con Estados Unidos, como la ruta estadounidense de LATAM Argentina fueron el disparador de uno de los principales hechos políticos de este fin de semana largo: el viernes el sindicato de Pilotos (APLA) encabezó un paro encubierto tanto en repudio al acuerdo bilateral como al pedido de LATAM de empezar a utilizar para esa ruta a Miami aviones matriculados en Chile, aunque con tripulación argentina. Si bien no se trató de la primera medida de fuerza intempestiva de los gremios aeronáuticos, esta vez generó un repudio generalizado de empresarios y entidades empresarias, desde IDEA hasta las aerolíneas extranjeras agrupadas en JURCA. A diferencia de otras oportunidades, los empresarios salieron a rechazar la acción sindical (e implícitamente, a respaldar al Gobierno) con nombre y apellido.

El comunicado de la ANCA parece inscribirse en esa misma polémica: si bien está redactado de manera técnica, no es de lo más habitual que la ANAC salga a comunicar el inicio de un trámite de autorización por parte de una aerolínea. Lo más común es que lo haga cuando el trámite ya fue completado.