FaceApp es la aplicación del momento. Todo el mundo está enloquecido con sus fotos con canas, arrugas y "patas de gallo". Sin embargo, no es la primera vez que esta app genera polémica.

Este programa, creado en Rusia en 2017 por Yaroslav Goncharov, se hizo famoso por un filtro de "belleza" que aclaraba la piel. El software, que permitía darle a los rostros un look asiático, indio, caucásico o negro, recibió miles de denuncias de racismo.

Otro escándalo se generó cuando un grupo de usuarios descubrió que los desarrolladores habían incluido en la letra chica de los términos y condiciones de la app que si algún día la venden, los datos que juntaron van al nuevo comprador.

¿Para qué podrían usar tus fotos?

Si bien las aplicaciones suelen ser gratuitas, la gran mayoría de las veces los usuarios pagan el uso con información. Cuando aceptamos los términos y condiciones de sitios web o programas, permitimos que accedan a nuestros datos.

En el acuerdo de privacidad que publica FaceApp, la compañía deja en claro qué planea hacer con la información que recopila: "Podemos compartir el contenido del usuario y su información con empresas que forman el mismo grupo que FaceApp".

"Podemos compartir tu información, así como información de cookies, archivos de registro y datos de ubicación con terceros que nos ayuden a proporcionar el servicio", agrega el documento.

Entrenar a los algoritmos

Al igual que con el #10YearsChallenge, un grupo de especialistas en privacidad planteó que detrás de este boom podrían estar los gigantes tecnológicos, que se aprovechan de que la gente sube sus fotos para entrenar a sus algoritmos de reconocimiento facial en cuestiones de progresión de la edad. En ese sentido, nada mejor que esta app para poder probarlo.