No se levantó ni para escuchar el himno. Es un intento más para esconder que la salud de la canciller alemana está deteriorada.

 

Aunque quieran esconderlo, la salud de la canciller alemana, Angela Merkel, está deteriorada. Los temblores de su cuerpo se repiten y ante la imposibilidad de cancelar su agenda internacional, fue necesario hallar una forma de disimularlo. La canciller, que hoy cumple 65 años, recibió este martes en Berlín a la primera ministra de Moldavia, Maia Sandu, y permaneció sentada durante casi todo el acto. Ni siquiera se puso de pie para escuchar los himnos de ambos países.

Merkel solamente se levantó para caminar frente a la formación de honor del ejército alemán. Esta no fue la primera vez que la mandataria se queda en la silla mientras suena la canción patria, ya que lo mismo había hecho la semana pasada, durante un acto con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Cuando los periodistas le preguntaron cómo se sentía, la respuesta fue contundente: “Las personas envejecen”.