Al menos 30 personas debieron ser hospitalizadas. Al parecer, el incidente fue intencional.

 

Más de 1.600 brigadistas trabajaron durante todo el fin de semana para extinguir las llamas desatadas, al parecer de manera intencional, unos 200 kilómetros al norte de Lisboa.

Buena parte del operativo, que incluyó 340 vehículos e hidroaviones, se concentró en la localidad de Vila de Rei, en el centro del país, donde el fuego estaba al 60%. "Teniendo en cuenta la dificultad del terreno, no logramos controlarlo", dijo el comandante de Protección Civil para la región centro, Luis Belo Costa.

En tanto, cerca de Vila de Rei, en la aldea de Mação, un sujeto de unos 55 años fue detenido, acusado de iniciar los incendios forestales. "Fueron horas muy complicadas. El fuego llegó desde varios lados y rodeó la aldea", comentó un habitante de Castanheiro Grande.

Según detallaron las autoridades, el fuego provocó heridas de distinta gravedad a 30 personas en la región de Castelo Branco, en su mayoría por "inhalación de humo". Mientras que una debió se trasladada a Lisboa en grave estado.