Advierten que no todos los convenios contemplan días para quienes adoptan, o los plazos son menores que para casos de maternidad biológica.

Cuando Claudia y Diego decidieron adoptar a tres hermanos, de entre 8 y 12 años, tuvieron que "pelearla" para acceder a una licencia por adopción adecuada a la magnitud del desafío que tenían por delante. Tampoco le fue fácil a Claudio y Fernando conseguir los días necesarios para recibir en su hogar a dos niñas de 7 y 12 años.

"Los primeros días con los niños son fundamentales para construir un vínculo", advierten ambos. Sin embargo, no todos los convenios laborales contemplan licencias por adopción o los plazos son menores a los previstos para los casos de maternidad biológica. En la provincia, las normas prevén licencias de hasta 60 días corridos por adopción, mientras que los permisos por maternidad comienzan 45 días antes del parto y se extienden hasta los tres meses de vida del recién nacido.

Reclamos

Para corregir estas inequidades y aggiornar la legislación a nuevas formas de familia, grupos autogestivos de adopción de todo el país están reclamando que se extiendan las licencias laborales para los procesos de adopción. El sábado que viene habrá un encuentro en esta ciudad, donde se expondrán las diferencias existentes en los distintos convenios.

"Es un tema que venimos trabajando hace mucho tiempo. Presentamos proyectos en la Legislatura para cambiar las leyes laborales, pero nunca llegaron a tratarse", dice Claudio Ferreyra, integrante del Grupo de Padres Adoptivos y en Espera de Rosario.

Adaptación de licencias

Ferreyra empezó a revisar los convenios laborales cuando adoptó a dos niñas, de 7 y 12 años. "Una mujer que está embarazada sabe que tiene, por ejemplo, 45 días de licencia antes del parto y 45 días después. Entonces puede ordenarse en esos plazos. Pero las adopciones no están comprendidas en los convenios colectivos, entonces hay sectores que no pueden acceder a licencia, otros que solamente comprende hasta niños de 7 años, en algunos casos se otorgan recién con la sentencia y otros comprenden los períodos de guarda", enumera.

Por eso, los grupos de adopción reclaman que las licencias se adapten a la particularidad de este proceso. Es decir, que contemple los múltiples trámites previos a la guarda, el período de vinculación con los niños y los primeros meses de convivencia familiar. "La licencia para procesos adoptivos es un derecho de los trabajadores que permite cumplir con el derecho de los niños, niñas y adolescentes a tener una familia", advierte la petición dirigida a la Cámara de Diputados de la Nación.

Sin protección

La ley de contrato de trabajo no incluye dentro del régimen de licencias por maternidad la situación de los padres que adoptan un hijo. Muchos convenios particulares repiten la falta de licencias por adopción y en muchos sectores de la actividad privada se dificulta acceder a permisos para hacer trámites, cumplir con la vinculación o iniciar la convivencia.

En la provincia, para los agentes de la administración pública se contemplan hasta 60 días corridos por adopción, mientras que las licencias por maternidad se extienden desde los 45 días antes del parto y hasta tres meses de vida del recién nacido.

Las familias formadas por adopción advierten que tanto los primeros meses de convivencia como el tiempo previo de vinculación con los niños "son fundantes y se basan en la presencia", ya que implican muchos cambios para los niños, no sólo de adultos referentes, también de casa, de barrio y de escuela. Por eso, explican, las leyes laborales tienen que adaptarse a estos procesos.

Estar presente

"Uno tiene que estar presente para poder construir un vínculo de confianza con los niños. Tenemos que estar para acompañarlos, en la organización de nuevas rutinas, en buscarlos a la escuela, almorzar juntos, hacer la tarea, bañarse. Aunque parezca increíble, esas cosas no se viven en muchas familias y nuestros hijos tienen que reconstruir ese ritmo de familia e incluirlo en su vida. Son procesos que cada niño hace en forma diferente y en distintos tiempos", señala Claudia Calvete, referente de los grupos de adopción a nivel nacional.

Calvete es docente y pudo acceder a una licencia especial cuando sus tres hijos llegaron a su casa. Su pareja, Diego, trabajaba como empleado de comercio y pudo acceder a un permiso de cinco días, dos que le correspondían por su convenio y tres más que le autorizaron los dueños de la empresa.

"Al principio, a los chicos les costaba que nosotros nos ausentemos de casa, por eso disponer de tiempo era importante. Poder acompañarlos a la escuela, buscarlos y esperarlos con la comida lista, acostumbrarse a las rutinas, todo demanda tiempo", recuerda Claudia y remarca que "lo que estamos pidiendo es una legislación que favorezca y acompañe los procesos de adopción, porque hay muchos niños que están esperando formar una familia".