En los últimos tiempos se vienen promocionando prácticas que supuestamente contribuyen a revertir el paso del tiempo de un modo poco ortodoxo: se trata de que personas de edad reciban transfusiones de sangre de gente más joven con fines estéticos o de rejuvenecimiento.

Según el Licenciado Daniel Mautor (Mat Prof 285), hemoterapeuta e inmunohematólogo, especialista en medicina regenerativa, la práctica por el momento no tiene ningún aval científico. "Si bien es cierto que se estudia esta posibilidad, la realidad es que no deja de ser una práctica controvertida y de la que todavía se sabe muy poco", asegura.

Cuando están bien indicadas y responden a un problema de salud, la mayoría de las transfusiones se realizan sin problemas y cumplen con los requerimientos de cada paciente. Sin embargo, como con todo procedimiento terapéutico, existen riesgos de los cuales la mayoría de los efectos secundarios son leves y pueden tratarse.

Si bien en materia de transfusiones se avanzó de manera notable hacia una mejor seguridad, toda transfusión sigue siendo un riesgo y es el último recurso terapéutico que los médicos deciden aplicar a un paciente. Pueden ocurrir reacciones adversas que, en su mayoría, se suelen manejar fácilmente, debido a una respuesta inmune: alergias, reacción anafiláctica, desarrollo de anticuerpos de glóbulos rojos o plaquetas que disminuyen la vida útil de esas células en la sangre, daño al tejido pulmonar relacionado con la transfusión (TRALI), enfermedad injerto contra huésped (GVHD).

También hay reacciones adversas que no se deben a una respuesta inmune y que pueden ocurrir. La mayoría de ellas son muy poco comunes. Pueden incluir una infección debido al uso de un componente de la sangre que contiene una bacteria, un virus (como citomegalovirus, hepatitis B y C o VIH) o un parásito.

La idea de que "la sangre joven" puede transformarse en un elixir de la eterna juventud, más allá de que pueda sonar a historias de brujería, también tuvo alguna aceptación en el mundo de los investigadores.

Para ver si esto era posible, se realizó un experimento donde se utilizaron dos ratas de laboratorio. De acuerdo con los resultados, los ratones añosos que recibieron la sangre de los jóvenes no obtuvieron ningún beneficio. Por el contrario, los jóvenes experimentaron un deterioro muy notable en la mayoría de sus órganos y tejidos.

Entonces, si bien está en el centro de escena la transfusión e incluso muchos autores manifiestan el desarrollo de investigaciones, hasta el momento no presentan ningún control y no tienen mecanismos que neutralicen la acción del efecto placebo.

Evidentemente, todavía falta mucho por investigar para ver si realmente la sangre joven podría actuar para revertir los efectos del paso del tiempo en los mayores. Por el momento, nada prueba que las transfusiones de sangre tengan un efecto de rejuvenecimiento. El licenciado Mautor es escéptico: "Al final, los vampiros existen, pero no se alimentan de sangre sino del dinero y la esperanza de aquellos a quienes logran engañar".