Cuba aguarda este año aproximadamente un diez por ciento menos de turistas que en 2018, como consecuencia de las sanciones aplicadas por Estados Unidos. Inicialmente la isla caribeña estimaba recibir a 5,1 millones de visitantes en 2019, declaró el ministro de Turismo, Manuel Marrero, ante el Parlamento en La Habana.

Tras las más recientes medidas punitivas de Washington, actualmente se prevé la llegada de solamente 4,3 millones de visitantes a la mayor de las Antillas. El Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump restringió en junio pasado los viajes de ciudadanos de su país a Cuba, a la vez que también detuvo los viajes de cruceros al país socialista.

Antes de que entraran en vigencia estas sanciones, hasta abril pasado unas 409.000 personas se habían detenido durante paradas en la isla, señaló el ministro. Durante el resto del año, las restricciones a los itinerarios de los cruceros afectarán a más de 560.000 ciudadanos estadounidenses, continuó Marrero. A estos deben sumarse además otros viajeros procedentes de otros países, que llegan a través de esas mismas rutas, añadió.

La industria turística es una importante fuente de ingresos para Cuba, sobre todo desde el retroceso en la cooperación con la socialista Venezuela, inmersa en una grave crisis, mientras Gobierno y oposición libran una intensa lucha de poder desde hace meses. “El turismo es una de las actividades que más dinero aporta al país”, afirmó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, durante la sesión parlamentaria.