Es la 27 de Septiembre, de barrio Industrial, donde debieron compartir las aulas porque se cae el cielo raso. Allí hay graves problemas edilicios.

La escuela secundaria 27 de Septiembre nunca tuvo hasta ahora una semana completa de clases. Cada uno de esos períodos se vio interrumpido por efecto de las falencias edilicias desde principio de año hasta las vacaciones de invierno. Los padres de los adolescentes que allí concurren esperan que se regularice la situación; tienen confianza de que hoy concluya la primera semana con dictado ininterrumpido. "Si no pasa nada raro, quizás se cumpla nuestro objetivo", confesó una mamá.

Los problemas de infraestructura está a la orden del día en la institución de barrio Industrial. Los papás aseguran que en los salones se cae el cielo raso. "Mi hijo está en primer año y uno o dos días por semana se quedó en casa para que su salón pudiera ser usado por otros alumnos", dijo Gisela al aludir a que varias aulas no pudieron utilizarse debido a esa cuestión básica de infraestructura.

La mujer también mencionó la falta de calefacción que se sintió mucho durante los últimos días de intenso frío. Tanto que ayer, por ejemplo, debiron calentar ladrillos para climatizar los fríos salones.

Calientan ladrillos para evitar el frío en las instalaciones escolares

Sin embargo, la cuestión no es producto de la escasez de estufas, sino de los constantes desperfectos eléctricos del lugar. "Prendés una estufa y salta la térmica", añadió otra mamá antes de confesar que fueron los padres quienes abastecieron de calfectores el colegio a través de una colecta organizada por ellos mismos.

Además, sostuvieron que en la institución, de Suiza 220, el Ministerio de Educación de la provincia no ha hecho en líneas generales tareas de mantenimiento básicas. "El sistema eléctrico no funciona", sumó otra mamá.

En este sentido, las mujeres hicieron referencia al fnanciamiento proveniente del FAE (Fondo de Asistencia Educativa), que no llegó en tiempo y forma. Y aclararon: "Ahora están culminando la reparación de los techos, pero todavía queda la cuestión eléctrica y la de las calderas, que no se pueden prender porque se inundan los salones. Esto viene ocurriendo desde hace 14 años".

Sin autorización

En esta línea, las madres indicaron que "el Ministerio provincial no da respuestas; la escuela envía los reclamos, pero no los autorizan".

Otro de los inconvenientes es la falta de bancos. Las mamás que hablaron con LaCapital expresaron que no alcanzan, por lo que los chicos tienen que compartirlos. "También lo hacen con las sillas; así es muy difícil estudiar y aprender, incluso porque ni siquiera entran dos carpetas juntas", detalló una de ellas.

El panorama llega a tal extremo que los padres de los chicos de quinto año decidieron poner manos a la obra y fueron ellos los que se ocuparon de la reparación del cielo raso del salón. Mientras tanto, con el fondo de cooperación también aportado por los familiares de los estudiantes al principio del ciclo lectivo, pudieron comprar los vidrios faltantes de las ventanas, que estaban cubiertas con placas de policarbonato.

La problemática de la escuela Nº 607 se suma a las proteas por la falta de gas en unos 20 edificios escolares rosarinos.

Días pasados, y a pesar de los reclamos, el gremio docente Amsafé advirtió que durante las dos semanas de receso escolar no se inició ninguna de las obras requeridas para que se reconectara el servicio. "Los chicos empezaron las clases como las terminaron, con mucho frío", se quejaron los docentes y advirtieron que los días más gélidos las familias deciden no mandar a los niños al colegio.

No obstante, en las últimas horas, la provincia prometió que se trabajará para evitar este inconveniente durante el próximo invierno.