El sector empresario confía en una victoria del oficialismo en las elecciones. Sin embargo, consideran que un segundo mandato debería venir con fuertes cambios.

En el llamado Círculo Rojo, como se lo denomina al mundo empresario, la mayoría apuesta a una victoria de Mauricio Macri. Unos por considerar que la otra opción electoral encabezada por Alberto Fernández haría mucho más complicada la situación de Argentina. Otros por estar convencidos de que Juntos por el Cambio es la mejor opción para el país. Y están también aquellos desencantados con el Gobierno pero que no ven otra opción mejor.

“Falta poco para saber si la sociedad, a pesar de lo difícil de estos años, sigue apoyando al Gobierno”, comentan. Es que la incertidumbre está puesta en lo que pueda ocurrir el lunes 12 de agosto. Es más temen que si la ventaja a favor de la fórmula kirchnerista es significativa, el valor de la divisa aumente.

Sin embargo, reconocen que el Banco Central cuenta con todas las herramientas necesarias para hacer frente a una eventual mayor demanda de dólares. Así lo pudo hacer este lunes, ante la inestabilidad que hubo en los mercados. Producto del recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Además, sostienen que ya en el 2018 la plaza se había dolarizado alcanzando el 6% del PBI. “Por eso la demanda de dólares no es tan relevante hoy en día”, acotan en la City.

Al respecto, a nivel local en el sector financiero, admiten que esta pelea comercial puede afectar a la Argentina, aunque señalan que son “más los beneficios que los perjuicios”. Argumentan que “el mundo está complicado”, y presumen que la Reserva Federal –siempre y cuando los datos de la economía norteamericana así lo permitan – puede bajar las tasas de interés. Desestiman que las amenazas de Donald Trump vía redes sociales a la Reserva Federal vayan a tener efecto en lo inmediato. También recuerdan que en los principales países de la Unión Europea la tasa de interés es negativa. Esta situación es para Argentina una oportunidad.

Aunque, deslizan, que el Gobierno en un segundo mandato “debe dejar de hablarle a Wall Street” porque difícilmente el país conseguirá fondos para endeudarse, pero sí existe un mercado tanto para inversores locales como extranjeros para la economía real. “Hay que lograr que el capital financie la baja de impuestos”, explican.

Al respecto cuentan que en las charlas mantenidas con el propio Macri o sus allegados más cercanos, reconocen que en una segunda gestión, uno de los ejes será trabajar en lograr: una reforma previsional (indispensable para mantener el equilibrio fiscal), una reforma laboral (pero no integral sino por sectores al estilo Vaca Muerta); un blanqueo laboral (que incorporar haga más sencillo permita incorporar trabajadores) una baja y simplificación de impuestos.

El propio Macri en la Rural volvió a ratificar su intención de eliminar las retenciones. Pero para bajar impuestos es fundamental, señalan los empresarios, el que Argentina amplíe su horizonte en materia de exportaciones.

“Macri está obsesionado con la política exterior y en ayudar a bajar costos y simplificar toda la operatoria”, comentan quienes lo frecuentan. Es más que el mundo este complicado no necesariamente, según los empresarios, significa un perjuicio para el país y señalan que el Brexit es una oportunidad para que Argentina logre un acuerdo comercial.

Señalan que la Argentina tiene como mínimo cinco sectores que pueden ser foco de atracción de inversores tanto locales como externos. Estos son: Vaca Muerta (gas y petróleo); Agroindustria, Minería, la Industria Farmacéutica y Turismo. “Son áreas donde el país tiene un enorme potencial”, dicen que menciona el propio Macri.

Un dato llamativo es que según varios miembros del Círculo Rojo, el presidente es autocrítico de su primer mandato. “Hubo errores de diagnóstico y de ejecución”, dicen que admitiría el primer mandatario.

Sin embargo, también comentan que el Macri reconoce las dificultades que enfrentan los empresarios por un pasado de incumplimientos. Cuentan que justamente el tema de los cambios permanentes de las reglas de juego es uno de los temores recurrentes de los empresarios de otros países.

Por esta razón, la esperanza de buena parte del Círculo Rojo es que Macri gane las elecciones, porque sería, según su entender, una señal concreta de que Argentina está realmente cambiando. “Sería la primera vez que un político no peronista termina su mandato y es reelecto”, afirman. También que “a pesar del ajuste que afectó a casi todos, la gente los vote significará que el canto de sirenas del populismo ya no convence tanto”, explican.

Y detallan una caída del salario real del 11%, la baja de la actividad, el aumento el nivel de quiebras de empresas y la suba del desempleo, por solo citar algunos indicadores. Y si a pesar de todo esto, el voto permite el triunfo de Macri, “esto será una señal muy clara para el mundo de que Argentina dejó el pasado atrás”, se entusiasman.

En tanto, otros piensan que la mala gestión económica explica la vigencia y porque no una posible victoria del kirchnerismo.