La agrupación nacida de una protesta callejera de los Moyano impulsó la unión de sectores políticos, sindicales y sociales. La "necesidad" de reemplazar el "régimen oligárquico" provocó impensadas uniones.

Dos años de trabajo. Dos años de escuchar, pensar y decidir. “De la periferia al centro”, fue su lema. A horas de las primarias, la Multisectorial 21F, que nació de una masiva protesta callejera de los Moyano en la 9 de Julio de 2018 y se convirtió en el brazo político del Papa Francisco en la Argentina, debuta en las urnas.

Desde este espacio periodístico mucho lugar se le dio al lento tejido de la unidad. Fue la primera condición que Jorge Bergoglio reclamó para abrir paso. Diversas organizaciones políticas, sindicales y sociales lo entendieron. Hoy suman 1.800 entidades agrupadas a una misma plataforma, basada en la encíclica Laudato Sí. El peronismo lo asimiló y lo pudo llevar a la práctica. Es la "necesidad" de reemplazar el “régimen oligárquico" por otro de unidad popular, democracia obrera y federalismo real; de hacer sentir el descontento y la resistencia del pueblo; de ponerse la Patria al hombro, aseguraron.

“La unidad supera al conflicto”, le dijo en Roma a su armador confidente de Buenos Aires. Todos con los pies en el mismo plato. Y así fue. De todos los rincones cayeron al pie: los que estaban peleados se amigaron; los que no se respetaban se sentaron a dialogar; los que antes eran rivales hoy son nuevamente compañeros de ruta. Los que finalmente no aceptaron la propuesta del Plan Polaco -los “amigables” para los yanquis- serán noticia al momento de definir los respaldos decisivos que inclinarán la balanza de octubre y noviembre. Eso anticipan en el 21F. De ellos se espera mucho en el Vaticano.

La unidad que pergeñó el Papa para la Argentina del siglo XXI se sostiene en sectores que defienden a los "desamparados y olvidados" y protegen al trabajador. Francisco rechazó la reforma previsional y seguramente se opondrá a la flexibilización de la ley laboral vigente. Logró el acompañamiento explícito de importantes caciques peronistas contra la despenalización del aborto.

Desde el 21F se opusieron a los despidos, los tarifazos, la persecución gremial, el cierre de fábricas, el hambre. Desairaron al triunvirato de la CGT hasta que los convencieron de la necesidad de la unidad. Iglesia y sindicatos de la mano, en el mismo camino, con un objetivo común. Ese es el espíritu del Plan Polaco.

Desde que el 21F empezó a rodar, aquel 21 de febrero de 2018 en San Juan y 9 de Julio, el Papa cerró su agenda pública de visitas políticas. Prefirió abrir las puertas de las Academias Pontificias a invitados especiales o, incluso, armar cónclaves de peso internacional fuera de los límites romanos. Rechazó decenas de pedidos de audiencia de dirigentes que con mayor o menor ambición, se postulan este domingo. Se ocupó, en cambio, de auxiliar el armado silencio. Ofreció estructura y tuteló la unión. La inestabilidad económica de la Argentina aceleró los planes.

Una reciente foto tomada en un hotel céntrico de Córdoba capital con la bandera del 21F en las manos demuestra los frutos recogidos y el alcance del trabajo realizado. Ámbito publicó en noviembre de 2018 que el hueso más duro de roer estaba en el Senado. ¿La vicepresidencia es un reaseguro de esa misma unidad en caso de vahído?

La Multisectorial aportó decenas de candidatos en todo el país. Salta, Balcarce, Córdoba y Mar Chiquita son ejemplos. Algunos ya fueron electos, en comicios anticipados desdoblados. ¿Es momento de armar bloques legislativos con sello propio? “El 21F es el único movimiento con raíces profundas y federales que construye la unidad del campo popular, que pone al ideal por encima del interés, que reconstruye comunidad organizada de abajo hacia arriba y de la periferia al centro, y que siembra esperanza con mística y coraje en todos los rincones de la Patria”. La arenga corresponde a uno de los dos coordinadores nacionales de la Multisectorial, antes del cierre de frentes electorales. Francisco, suscribe de punta a punta.