El conductor de Intrusos celebró la victoria de Alberto Fernández, pidió que se cierre la "grieta" y puso el foco en la "gente que de verdad la pasó mal en estos cuatro años".

Jorge Rial comenzó la transmisión de Intrusos este lunes celebrando las elecciones presidenciales y el triunfo de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri.

"Creo que ayer la gente demostró que nadie tiene el voto comprado; que hay que hacer las cosas bien; que no se puede mentir descaradamente", fue una de las frases más fuertes en un discurso en el que también pidió protección para los más vulnerables.

"No se le puede pedir a los que menos tienen que sigan dando. Tendremos que dar quienes nos va mejor. No se les puede pedir más nada", reflexionó.

"Ahora hay que pedirles disculpas, mirarlos, cuidarlos y sacarlos de la miseria. 5 millones nuevos de pobres tenemos. Es una cifra que nos tiene que doler a todos, más allá de la ideología", afirmó.

"La gente cree en ustedes hasta que deja de creer, como le paso a Mauricio Macri. Fue una votación hermosa, muchos estamos felices porque vuelve el peronismo y nos pone felices porque es algo que te atraviesa. Es cultural, histórico, político, social", comentó, luego de asegurar que su voto fue hacia Fernández.

"Uno sueña con venir a compensar todo lo malo, no lo oscuro de estos cuatro años porque ningún gobierno democrático tiene oscuridad. Pero se hicieron mal las cosas y hay que venir a recomponerlo en una elección muy medida", continuó.

Rial también puso el foco en un dato histórico: "Macri es el primer presidente democrático que no logra su reelección. Es un dato fuerte, un llamado de atención. Perdió en primera vuelta por ocho puntos de diferencia".

"Quiero destacar a los que de verdad la pasaron muy mal estos cuatro años. Hubo gente, incluso algunos de ustedes... Todos conocimos a alguien que la pasó muy mal. Es la primera vez que amigos y familiares los vi mal de verdad. Había ayer una explosión de gritos, era desahogo", analizó.

Por último opinó sobre las consecuencias de la elección. "Agitaban el fantasma del lunes, que íbamos a ser Chile, Bolivia, Venezuela. Cada uno votó al que quiso y hoy salimos a la calle a laburar. Es un país normal, y lo que se viene es muy duro. No se crean que este señor va a arreglar todo de un día para el otro. Va a haber que remarla más que lo que remamos. Estamos felices pero es una felicidad normal, de poder votar", completó.