Este martes un grupo de kayakistas pudo navegar muy de cerca por sobre la malla geotextil del Túnel Subfluvial, parte de la construcción de protección que quedó expuesta por la pronunciada bajante del río.

Las fotos fueron publicadas por el deportista en la red social instagram. En las mismas se puede ver bien de cerca la composición de la protección e incluso cómo los navegantes se amarraron a la misma.

Cabe recordar que la malla fue colocada en los años 90 para contrarrestar las fuerzas de flotabilidad garantizando de esta manera la estabilidad de la obra, caso contrario al que se vive actualmente.

LEER MÁS


Bajante del Paraná: ya se ve la manta que resguarda al Túnel Subfluvial

Por ahora, sin señalización

Esta gran masa de hormigón, que deja verse a unos 50 metros antes de llegar a ella, empezará a desaparecer de la vista a medida que el río crezca unos centímetros. Pero permanecerá ahí. A su alrededor no se observa ninguna boya que señalice este peligro para la navegación, es por eso que se recomienda a los conductores náuticos navegar con precaución en este sector del río, que está por fuera del Canal Principal del Paraná y que no complica la libre circulación de los buques de gran calado, pero sí a las embarcaciones deportivas y/o recreativas.

Al ser consultado sobre esta falta grave de algún tipo de señal, Martínez indicó que se comunicaron con la Dirección Nacional de Vías Navegables: “Nos garantizaron que Hidrovía va a venir y señalar la zona para que no haya ningún tipo de problemas. En días tienen que venir a marcarlo”.

LEER MÁS


Video: recorrieron la zona del Túnel Subfluvial y aclaran que no hay riesgos

La historia detrás de esta mega construcción

La iniciativa de proteger al túnel nació a raíz de la severa inundación de 1982 (los registros llegaron a 7,35 mts en el puerto santafesino) que provocó transformaciones en el suelo del río.

Las condiciones mínimas que garantizan la estabilidad del Túnel -como por ejemplo tener al menos tres metros de recubrimiento de arena- se alteraron durante esa crecida.

Entonces, la solución encontrada para evitar futuras erosiones fue fijar el lecho del río en la zona de emplazamiento del Túnel. Así, tras los estudios pertinentes (1984-1985) el proyecto se concretó en dos etapas: la primera se extendió de 1992 a 1993 y la segunda de 1998 a 1999.