La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, detuvo en la localidad bonaerense Gregorio de Laferrere a un prófugo de la Justicia, acusado de asesinar con una pistola al menor de edad Martín Alejandro Leguizamón, hace casi dos años durante un intento de robo.

 

La Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Especializada en Homicidios Dolosos y Averiguación Causales de Muerte, solicitó a la PSA el 23 de octubre identificar al autor del homicidio, de quien hasta el momento sólo se había podido determinar su apodo, "Chan de Lafe". Rápidamente, tras las tareas investigativas, los oficiales pudieron precisar que se trataba de Leonardo Gabriel Ferrer, un ciudadano argentino de 21 años que residía en el partido de La Matanza. El sujeto se dedicaba a la venta de una crema curativa a base de cannabis, que comercializaba a través de sus redes sociales y entregaba en locales comerciales de esa zona.

Tras informar lo establecido a la UFI interviniente, el Juzgado de Garantías N° 6 de La Matanza solicitó al Ministerio de Seguridad de la Nación insertar en el Sistema Federal de Recaptura de Evadidos (CUFRE), la orden de su detención y captura. El 27 de octubre los efectivos de la PSA identificaron y detuvieron al acusado en la vía pública, quien quedó incomunicado y a disposición de dicha UFI, a cargo de Celia Cejas y Marcos Borghi.

El 22 de diciembre de 2017 Leguizamón, de 13 años, regresaba de la escuela cuando fue interceptado por dos hombres que iban en moto. Uno de ellos intentó robarle las pertenencias y al encontrar la resistencia del niño le disparó por la espalda, produciéndole la muerte.

Mediante una investigación de la fiscalía y la Policía de la Provincia de Buenos Aires se determinó que el conductor del rodado era Luis Alberto Soto, alias "Pocho", quien el pasado 11 de octubre fue condenado a prisión perpetua por resultar coautor penalmente responsable de los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa en concurso real con homicidio agravado "criminis causae". Del autor del disparo, en cambio, sólo se tenía el apodo y una foto, y no había podido ser identificado hasta la intervención de la PSA.