¿Se puede predecir la muerte? Parece un anuncio publicado en alguna revista de ciencia ficción, pero no es así. Detrás de esta novedad está el prestigioso instituto alemán Max Planck, cuyos expertos en Biología del Envejecimiento aseguran que con un examen de sangre pueden predecir el riesgo de morir en los próximos 10 años.

Para dar mayor entidad a su investigación, decidieron difundirla y la reconocida publicación académica Nature Communications la publicó en su último número.

La precisión de la evalución, dijeron, es del 80 por ciento. Los científicos buscaron en muestras de sangre de 44.168 individuos (edad al inicio del estudio 18-109), de los cuales 5.512 murieron durante el seguimiento, “biomarcadores” (indicadores) que son funcionan como guía de la esperanza de vida de una persona.

Después de un extenso análisis, los científicos llegaron a un conjunto de 14 de estos biomarcadores que incluyen, por ejemplo, varios aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas; y niveles de colesterol bueno y malo, equilibrio de ácidos grasos e inflamación.

La directora del estudio, Eline Slagboom, argumentó que la finalidad del estudio es tratar de manera más productiva y previsible cualquier enfermedad potencial futura a la que se pueda ser susceptible.

“Como investigadores del envejecimiento, estamos interesados en determinar la edad biológica. La edad del calendario simplemente no dice mucho sobre el estado general de salud de las personas mayores: uno de 70 años está sano, mientras que otro ya puede estar sufriendo tres enfermedades. Ahora tenemos un conjunto de biomarcadores que pueden ayudar a identificar a las personas mayores vulnerables, que posteriormente podrían ser tratadas”, señaló Slagboom.

“Debido a que la prueba realiza predicciones a corto plazo, no puede proporcionar conclusiones de mortalidad para la población en general, pero sí puede ser muy útil para la evaluación de la eficacia de algún nuevo fármaco”, puntualizó.

Aunque el hallazgo es prometedor, se necesita más investigación -advirtieron- antes de que uno de estos tests pueda usarse en la vida real.