Las guarderías náuticas suspendieron las actividades, y hay embarcaciones que quedaron encalladas.

La bajante del Paraná se profundizó durante el fin de semana, y ayer que se produjo un pico preocupante. Por esta situación, la mayoría de las guarderías náuticas suspendieron la actividad. Así, el río marcó una altura de 1,97 metros, un registro por debajo del promedio histórico para agosto, que es de 3,07 metros. Esto según las mediciones que se realizan desde 1994.

Desde la Cámara Náutica de Rosario, Jorge Pinilla, comentó que “prácticamente todas las guarderías estuvieron inactivas el fin de semana pasado por la bajante del río Paraná”.

Detalló que, el lunes pasado, el 99 por ciento de las guarderías se mantuvo inactivo. Porque se produjo un pico de bajante durante el fin de semana.

Asimismo, explicó que, a partir de ayer, algunas firmas comenzaron trabajos de dragado para que los clientes puedan salir a navegar. Aunque advirtió que es peligroso hacerlo por las inmediaciones de las costas. “El consejo es que se desplacen más cerca del canal porque en la costa afloran troncos y objetos”, señaló.

Según Pinilla, esta bajante se debe a la falta de lluvias en Brasil “Estamos ante una de las bajantes más importantes”, concluyó.

La bajante se notó también en el lecho del arroyo Ludueña donde el nivel de agua ayer era muy escaso. También se pudieron ver barcos encallados en la costa, así como también, la acumulación de barro, arena y ramas que deja a la vista el río en retirada.

La tendencia a la baja comenzó a finales de junio y se aceleró en las últimas semanas, aunque según el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA) emitido esta semana el caudal debería recuperarse un poco en las próximas semanas para llegar a una altura aproximada de 2,05 para el 3 de septiembre, y tendría una leve baja para el 10 de ese mes, llegando a los 2,02 metros.

Sabalito

El Sabalito, un acarreador colocado sobre una embarcación, que levanta los desperdicios que están flotando sobre el arroyo Ludueña, procedentes de aguas arriba, quedó encallado ayer, como consecuencia de la gran bajante que registró el río Paraná. La máquina comenzó a funcionar en julio de este año y es un emprendimiento que surgió de un convenio público-privado.