Los arándanos son esas pequeñas frutas redondas del tamaño de una arveja, pero de color azul o rojo intenso que -por estas épocas- es muy común encontrar en las verdulerías. Tienen un sabor agridulce que combina a la perfección con postres y tortas. Son parte del grupo de bayas que se conoce como "frutos rojos" junto con las moras, las frutillas y las frambuesas.

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Cómo son los arándanos
El Vaccinium Cyanococcus es un arbusto en flor que produce bayas con un tono azulado y púrpura, también conocido como arándanos. Son pequeños, de alrededor de 5 a 16 milímetros de diámetro, y tienen una corona acampanada al final. Los dos tipos más comunes son los arándanos Highbush y los bajos o “silvestres”, más pequeños y ricos en algunos antioxidantes.

Sus beneficios
Además de ser ricos, quedan bien en los platos y se volvieron muy populares en los últimos años. Según explica la health coach Patricia Robiano, licenciada en Nutrición (M.N.3158): "Es un fruto muy versátil ya que previene enfermedades del corazón, las úlceras, infecciones del tracto urinario y algunas formas de cáncer. Y por su sabor especialmente agrio combina muy bien en platos dulces o salados". Y lo más importante es que tienen beneficios para la salud:

  1. No engordan: son bajos en calorías y ricos en nutrientes lo que los hace un buen aliado en planes alimentarios para bajar de peso. Una porción de 1 taza (150 gramos) de arándanos contiene: 4 gramos de fibra, 24 por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, 36 por ciento de la de vitamina K y 25 de la de manganeso, además de pequeñas cantidades de otras vitaminas y otros minerales; también contienen aproximadamente 85 por ciento de agua, y solo 84 calorías, con 15 gramos de carbohidratos.
  2. Rejuvenecen: son antioxidantes y protegen el cuerpo de los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y enfermedades como el cáncer. Los arándanos son más ricos en antioxidantes que otras frutas y verduras. Los principales compuestos antioxidantes en este fruto pertenecen a una familia de los polifenoles llamados flavonoides. Un grupo de flavonoides en particular, las antocianinas, es responsable de gran parte de los efectos beneficiosos para la salud de estas bayas.
  3. Podrían prevenir ciertos el cáncer: los arándanos reducen el daño al ADN, lo que puede ayudar a proteger contra el envejecimiento y el cáncer. El daño oxidativo es una parte inevitable de la vida cotidiana. Se dice que ocurre decenas de miles de veces por día en cada célula del cuerpo y esa es la principal razón por la que envejecemos. También juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades como el cáncer. En un estudio, 168 personas bebieron 1 litro de una mezcla de arándanos y jugo de manzana diariamente. Después de cuatro semanas, el daño oxidativo del ADN causado por los radicales libres se redujo en un 20 por ciento. Estos hallazgos concuerdan con estudios anteriores sobre el uso de arándanos frescos o en polvo.
  4. Bajar la presión arterial: tienen beneficios significativos en las personas con presión arterial alta, que es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardíaca. En un estudio de ocho semanas, las personas obesas que habían tenido un alto riesgo de enfermedad cardíaca notaron una reducción de 4 a 6 por ciento en la presión arterial después de consumir 50 gramos de estas frutas por día.
  5. Reducen el colesterol: por ser ricos en fibra ayudan a eliminar las toxinas del organismo y contrarrestar el consumo de grasas saturadas.
  6. Protegen el cerebro: su acción antioxidante ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la pérdida de memoria.