Las excavaciones se realizan en un paraje de Luis Palacios conocido como Vicente Echeverría, en la ruta A012 cerca del cruce con la 34.

 

El Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) emprendió nuevamente los trabajos de excavación que había iniciado la semana pasada en busca de los restos de Paula Perassi.La mujer de 34 años desparecida en San Lorenzo el 18 de septiembre de 2011.

La exploración se realiza en un camino paralelo a la ruta A012, en jurisdicción de Luis Palacios, muy cerca del cruce con la ruta 34.

Desde primera hora de la mañana de ayer, la retroexcavadora comenzó con la remoción de tierra en un monte de eucaliptus. El mismo en el que se trabajó la semana pasada, pero unos metros más alejados de donde se excavó en aquella oportunidad.

La búsqueda se activó en un predio ubicado en esa zona por orden de los fiscales Matías Edery y Leandro Lucente, y supervisado por los antropólogos, con Juan Nóbile a la cabeza.

Sin embargo, los trabajos duraron hasta el 26 de agosto, día en que se suspendió a partir de los resultados negativos. "Lamentablemente estamos igual que antes, y peor que ayer. Otra vez nos comimos un garrón", dijo entonces Alberto Perassi, padre de la mujer. Concluía la tercera y última jornada de búsqueda del cuerpo.

Con más precisión

"Hicimos una primera aproximación entre el 23 y el 26, frenamos, se evaluaron los trabajos hechos y con la colaboración de nuevos testimonios que se sumaron al primero decidimos reanudar la búsqueda, ahora con un poco más de precisión", dijo Nóbile, parado en el lugar junto a un improvisado escritorio de campaña.

"Son personas distintas que relatan prácticamente el mismo hecho", admitió. Y aunque no identificó a nadie en particular, aportó que se trata de "lugareños que daban más detalles, y con los trabajos de excavación podremos complementarlo y tener una mejor aproximación".

La excavación se realiza algunos metros más al suroeste, siguiendo por el mismo camino a cuya vera se levanta el monte de eucaliptus, aunque ya unos metros más lejos de la ruta 34. Allí, el terreno se cercó con cinta perimetral para definir los límites de la búsqueda.