Los viajeros que se encuentren en el sur de Europa deben protegerse de las picaduras de mosquitos. A mediados de julio se reportaron las primeras infecciones con la fiebre del Nilo Occidental en Italia y Grecia y tres personas fallecieron en este último país por el virus desde el 22 de agosto, informó la Organización Nacional de Salud Publica del país citando los datos para el 29 de agosto.

En Grecia enfermaron en total diez personas y en Italia, una, ya que la infección se presenta allí en casos aislados sobre todo en el norte del país. También el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán alertó en sus advertencias de viaje y seguridad sobre la fiebre del Nilo Occidental, que es transmitida por mosquitos activos durante el día.

El virus del Nilo Occidental se detectó por primera vez en Grecia en 2010. Entre 2010 y 2014 cerca de 80 personas murieron por la enfermedad. En 2015 y 2016 no se registró ningún caso, mientras que en 2017 hubo 48 episodios, cinco de ellos mortales.

El virus del Nilo Occidental se transmite por la picadura de los mosquitos. La infección puede causar meningitis, encefalitis y parálisis, pero en la mayoría de los casos se presentan síntomas leves, como fiebre, dolor de cabeza, erupciones, fatiga, vómitos y dolores musculares. La mayoría de las veces la infección se desarrolla sin ser percibida, aunque en algunos pocos casos puede conducir a graves síntomas neurológicos. No existe una vacuna preventiva, ni tampoco un tratamiento específico.

Algunos gobiernos recomendaron además llevar prendas largas que cubran brazos y piernas. Además especialmente durante el día debe utilizarse reiteradamente repelente en todas las partes del cuerpo que queden expuestas. Esta protección frente a los insectos durante los viajes también es útil para protegerse de otras enfermedades, como la fiebre chikungunya, que es transmitida por el mosquito aedes aegypti, o la denominada fiebre de la Toscana, propagada por una pequeña mosca de la arena.