La firma agroindustrial Vicentin informó ayer sobre el pedido de apertura del concurso de acreedores ante la Justicia comercial de la provincia de Santa Fe. Ella será la encargada de vigilar el camino que recorra la firma agroindustrial que busca refinanciar sus millonarias deudas a la par de reactivar sus dos plantas industriales.
El caso de Vicentin posee muchas aristas y podría tener un gran impacto para toda la provincia. El sector agroexportador genera un 80% de lo que el país exporta, es decir, dos de cada tres dólares que recibe la Argentina es consecuencia de sus ventas.
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El concurso preventivo que anunció Vicentin es uno de los más grandes de la historia de la provincia. Para tener conciencia de su tamaño, la firma facturó 118 mil millones de pesos en su último balance de 2018. Según la revista Forbes la familia dueña de la empresa se encuentra en el puesto número 27 de las más ricas del mundo.
Desde un inicio, Vicentin buscó evitar la instancia del concurso de acreedores cuando se declaró en default pero ahora será la Justicia la que evalúe la viabilidad o no de un proceso de venta de activos y el valor de su precio.
El periodista German Mangione dijo a Cadena OH! que los número que se conocen sobre la deuda de la empresa deben tomarse con cuidado dada la poca información que suministró la firma. Sin embargo, ella podría desglosarse en tres partes: la primera a los bancos locales de casi 300 millones de dólares en total, otro tercio a los productores, corredores y acopios por unos 350 millones de dólares que entregaron sus granos a Vicentín y nunca cobraron, mientras que la compañía debe otros 300 millones de dólares a la banca internacional.
Mangione sumó nuevos interrogantes a la situación de la empresa al narrar que el año pasado se obtuvo una cosecha y exportación record, mientras que este 2020 se prevé un record histórico en la venta al extranjero. Ello, sumado a la diversificación de negocios y a la venta de acciones en plena crisis a Renova, uno de sus principales socios, generan una situación difícil de entender sobre qué sucedió con tanto dinero.
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Poco a poco la clase política comienza a entender lo que puede implicar no solo para Santa Fe sino para todo el país la caída de Vicentin. En el último tiempo los fogonazos entre distintos sectores recrudecieron la compleja situación: “Recodemos que la empresa fue una de las principales aportantes en la campaña de Mauricio Macri”, señaló Mangione.
Por estas horas, la discusión gira en torno a la deuda mantenida con el Banco Nación, en el orden de los $18.700 millones, tras un polémico crédito que la industria recibió durante la gestión de Javier González Fraga.
“Hay tres proyectos a nivel nacional entorno a distintas posibilidades: expropiación, estatización total o la conversión en una empresa mixta”, explicó el periodista, quien informó, además, que entre las plantas de San Lorenzo y Ricardone se emplean a unos 1000 trabajadores, por lo que están en juego muchas familias.
“Si el negocio está en otro lado estas empresas no tienen ningún problema en virar. Cuando el macrismo generó todo un mecanismo para que se apueste a la timba financiera y no a la producción muchas empresas lo hicieron generando después el reperfilamiento de bonos, que fue uno de los motivos que generó esta crisis”, finalizó Mangione.
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