Las “selfies” están permitidas, pero sentarse, no: policías y agentes del orden silban a turistas cada vez que se quieren sentar en las célebres escalinatas de la Plaza de España en Roma. Desde hace más de un mes ya no se permite más a la gente sentarse en las famosas escalinatas. El nuevo reglamento se basa en un catálogo de medidas renovadas por el ayuntamiento y está en vigor desde principios de julio.

En Roma también está prohibido refrescarse en la Fontana di Trevi. Sin embargo, está expresamente permitido tirar monedas en algunas de las fuentes históricas. Por faltas de conducta en lugares públicos el municipio impone multas de hasta 400 euros. La escalinata, diseñada por el arquitecto Francesco De Sanctis en el siglo XVIII, es una de las construcciones más conocidas de la ciudad. Los romanos solían quejarse de la gente que se instalaba en los escalones.

No sólo Roma está tomando medidas estrictas contra los turistas que se comportan “mal” o hacen picnic en lugares históricos a pesar de una prohibición. En julio, dos alemanes salieron en los titulares luego de preparar café sobre el Puente de Rialto en Venecia con su propia cocina. Tuvieron que pagar una multa de casi 1.000 euros. En tanto,
a otra turista le salió caro tomar sol en bikini en un parque de la ciudad de los canales.