No, el envío masivo de emojis de duraznos, berenjenas y gotitas no garantiza que tu interlocutor tenga más deseos. Las relaciones sexuales y la comunicación por vía digital son mucho más complejas que eso. Lo que sí confirmó un estudio de la Universidad de Zurich es que existe una relación entre el uso del emoji por parte de personas solteras que se están conociendo en un contexto romántico y sexual y que esos encuentros tengan éxito.

Conocer a una persona a través de alguna plataforma como Tinder o Instagram no solo es cada vez más corriente, sino que ya es la manera más común de hacerlo, indicó hace un par de meses una investigación de la Universidad de Stanford. Donde antes la única manera de saber si una persona podría convertirse en una cita concreta era agudizando los sentidos para captar señales en el lenguaje corporal ajeno en los bares, por la calle o en una reunión de amigos, ahora esa primera fase aparece a través de las pantallas de los celulares. Un scroll a la derecha o unos cuantos "me gusta" sirven como primer acercamiento. Y en caso de reciprocidad, se abre la ventana de chat y comienza el cortejo.

“Comenzamos esta investigación porque estábamos interesados en conocer cómo las personas pueden establecer una conexión en línea a través de mensajes de texto cuando tiene tan poca información sensorial, como lenguaje no verbal o señales faciales, para ayudar a interpretar los mensajes y su tono”, explica Amanda N. Gesselman, coautora de Emoji como señales afectivas en la comunicación digital orientada a las relaciones junto a Vivian Ta y Justin Garcia. “Con el aumento de la popularidad de los emojis, pensamos en ellos como posibles herramientas para insertar parte de ese comportamiento no verbal en conversaciones de texto y crear una conexión más fuerte, transmitir compatibilidad, entre otras cosas”, asegura.

A través de una muestra de adultos solteros estadounidenses, los investigadores examinaron la frecuencia, las actitudes y los motivos del uso del emoji de estos con sus posibles parejas y encontraron una relación: “Proporcionan una vía para expresar el afecto, conocerse y construir intimidad, que a su vez puede dar lugar a más oportunidades para el cara a cara que permitan evaluar la compatibilidad y la atracción”. Su uso se relaciona entonces con “más oportunidades para formar conexiones románticas y sexuales, más primeras citas y más actividad sexual”.

La comunicación a través de la pantalla no solo restringe las señales, también abre otras puertas. “Cuando estamos conociendo a una persona nos surgen emociones que muchas veces tendemos (o tendíamos) a reprimir, a no expresar con palabras de una forma explícita por miedo al rechazo, a no ser apropiados, a no gustar o no ser deseables -cuenta la sexóloga Elena Requena-. Estos nuevos canales establecen nuevas normas, nos sentimos protegidos por nuestras pantallas, y al sentirnos más seguros, somos capaces de ser, a menudo, más claros y más explícitos a la hora de hacernos entender”.

El estudio de Gesselman y sus colaboradores reconoce sus limitaciones: no saben cómo fueron las percepciones y reacciones ante el uso de esos emoji en las conversaciones ni cuáles en concreto son más efectivos para ayudar a formar conexiones entre las personas. Pero sí hay otras investigaciones recientes, como la realizada por el departamento de Psicología de la Universidad de Columbia Británica de Canadá, que ponen sobre la mesa qué tipos de emoji son más usados en el iniciar del sexting.

“El uso de emoji juega un papel importante en el envío y recepción de mensajes sexualmente sugestivos”, señalan las expertas a cargo de la investigación. El 54% de los 693 participantes aseguró que los emoji aparecen en sus mensajes a veces, a menudo o siempre. Y de quienes los enviaron en un contexto íntimo, el 51% afirma que usarlos dio pie a un comportamiento sexualmente sugerente. Los tres emoji no faciales más usados en mensajes de carga sexual son la lengua, la berenjena y las gotas de sudor. La cara de media sonrisa, la de guiño y la de beso con corazón comparten el ranking. El estudio demuestra que “la extroversión y el número de parejas sexuales casuales están significativamente relacionados con el uso de emoji sexualmente sugestivos”.

El estudio de la Universidad de Zurich subraya que, aunque no fue posible determinar si es el uso de emoji lo que conduce a tener más citas y más cantidad de sexo o viceversa, sí está clara la relación entre ambos.

La sexóloga Elena Requena explica este éxito: “Si nos centramos en las diferentes formas de encuentros eróticos, cualquier estímulo más o menos visual, puede actuar como catalizador. Con este tipo de dibujo o representación podemos hacernos entender y sentir mejor. Y esa barrera que antes comentábamos puede ser menor si podemos transmitir diferentes emociones a través de estas figuras”.

Es un fenómeno propio de un momento en el que lo visual se impone frente a otras vías comunicativas. “Estamos rodeados de imágenes que dictan nuestro comportamiento, nuestra forma de vestir, de comer, de relacionarnos. Esas mismas imágenes son la herramienta más usada, con más o menos suerte, para atraer o para excitarnos. Todo es muy explícito: el porno, los desnudos”, apunta Elena Requena. Esto, según la especialista, tiene una parte negativa: “Deja muy poco a la imaginación para que nuestro cerebro construya lo que desea en base a unas cuantas pistas. La fantasía”.

El estudio de la Universidad de Zurich subraya que, aunque no fue posible determinar si es el uso de emoji lo que conduce a tener más citas y más cantidad de sexo o viceversa, sí está clara la relación entre ambos. “El uso de emoji es una característica extendida entre aquellos que presentaron rasgos relacionados con relaciones de mejor calidad, como mayores niveles de inteligencia emocional”. Requena subraya al respecto el poder de estas imágenes en “la creación de un ambiente de intimidad”, algo que “puede ser enriquecedor dadas las limitaciones del medio usado para comunicarse”.

Pero no potenciaría su uso más allá de los comienzos de esa relación: “Una vez que ya nos hemos conocido mejor es preferible seguir la relación, siempre que sea posible, de una forma física. La comunicación a través de medios digitales puede ser a veces confusa, puede haber malentendidos, sobre todo al principio”. Pero sin perder de vista sus virtudes: “También este medio nos hace sentirnos más libres de expresarnos y quizás bajar la guardia mostrándonos de una forma más honesta respecto a nuestros deseos, generar un ambiente de libertad y construir un escenario donde la imaginación juega un papel esencial”.